El independentismo llega a la Diada dividido y fracturado por la inminente mesa de diálogo


El expresident de la Generalitat, Quim Torra, reconoce que el independentismo "ha descarrilado" y reprocha haber "apostado por el diálogo"
ERC pide que el 11S sirva para "canalizar la fuerza" y no "para atacar y señalar a compañeros de viaje"
Desde la ANC critican "la falta de unidad" y admite que el movimiento independentista no está en su mejor momento
La Diada de este año 2021 poco tendrá que ver con las celebradas anteriormente. Y no solo por las medidas sanitarias, algunas modificadas, que ya marcaron la pasada concentración, sino, sobre todo, por la situación en la que se encuentra el movimiento independentista: dividido. ¿La razón? Una futura y próxima mesa de diálogo y negociación entre Cataluña y el Estado español que, a vista de algunos, supondrá un "fracaso".
Una fractura que podría recaer en una desmovilización por parte de los catalanes y partidos independentistas que salen, cada 11 de septiembre, a las calles a hondear la estelada y a reivindicar libertad y un referéndum.
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Críticas a la mesa de diálogo
Desde el Govern insisten en que "la amnistía y la autodeterminación son innegociables" y mencionan reiteradamente que un referéndum pactado es y seguirá siendo el objetivo principal a conseguir tras este encuentro, que se celebrará durante la próxima semana, todavía a falta de concretar fecha y hora.
Una cita que ha creado inestabilidad en los cimientos independentistas y entre los dos principales partidos del ámbito nacionalista, ERC y Junts. Por su parte, Carles Puigdemont, llama a continuar la lucha en las calles como se ha hecho durante los años del "procés" e insta, a su vez, a reactivar la confrontación con el Estado una vez no proliferen las conversaciones con la administración, ya que, desde su punto de vista, el camino hacia la independencia no son "suaves, inocuos o edulcorados", refiriéndose al inminente encuentro.
El referéndum pactado a través de una mesa de diálogo no es una "estrategia correcta" para el expresident de la Generalitat, Quim Torra, que reprocha, tanto al Govern como a los partidos independentistas, de haber abandonado la confrontación y apostar por el diálogo: "No entiendo cuáles son los motivos de estos dos años de tregua que sabemos que es imposible que dé resultado en un referéndum acordado. Yo reconozco que hemos descarrilado y, además, estamos desmovilizados".
Sin una hoja de ruta unitaria
El diálogo para resolver el conflicto político que existe entre entre Gobierno y Generalitat no cabe en el pensamiento de todos los partidos independentistas que ven la declaración unilateral de independencia como la vía más rápida para conseguirlo. "Nos encontraremos con una trampa" apunta la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, que señala que esta mesa de diálogo podría convertirse en un "diálogo de sordos" que el Estado podría utilizar para debilitar el independentismo.
La Diada del 11-S se celebra, este año, a pocos días de que se lleve a cabo este encuentro que ha provocado tensiones entre los partidos secesionistas. Una "falta de unidad" que lamenta Paluzie y que ha provocado que el el movimiento independentista no se encuentre en su momento álgido, al contrario que ocurrió durante el 1-O.
ERC pide no "atacar a compañeros de viaje" en la Diada
Lo que queda, ahora, es hacer un llamamiento a la ciudadanía catalana para que se movilice a pesar de las tensiones y desacuerdos entre partidos independentistas. Eso sí, que se haga con un propósito conjunto y no suponga pasos hacia atrás. Por ello, Esquerra Republicana (ERC) pide que la Diada sirva para "canalizar la fuerza independentista" de cara a la negociación con el Gobierno y no para mostrar el descontento hacia ciertas acciones: "Sería un error que esta reivindicación, en lugar de forjar y poder agrandar nuestra fortaleza del movimiento independentista, alguien la utilizara para atacar y señalar a compañeros de viaje".