Mueren siete ancianos por un brote de covid en una residencia de Sant Joan les Fonts, Olot


Las familias denunciarán al centro Torreblanca por presunta mala praxis y piden a la Generalitat que intervenga
Aseguran que tardaron una semana en cribar a los trabajadores, que a su vez contagiaron a más residentes
El Departament de Salut mantiene un seguimiento del brote, que ha afectado a un tercio de los usuarios
La residencia Torreblanca del municipio Sant Joan les Fonts (Olot, Girona) registra un brote de covid-19 que ha provocado la muerte de siete ancianos. Detectado a principios de agosto, ha afectado a cerca de un tercio de los usuarios, mientras las familias estudian interponer una denuncia contra los responsables por presunta mala praxis.
La residencia detectó un primer positivo en una trabajadora y ha afectado a 15 de los 53 ancianos que viven en ella; también a seis trabajadores de una plantilla de 44, según datos del Departament de Drets Socials, a lo que los familiares agregan que la mitad de los empleados están en cuarentena. Con el primer cribado, detectaron cinco positivos entre los residentes, a los que se sumaron el resto los días posteriores.
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El centro restringió las visitas de familiares tras identificar el primer usuario positivo y confinó a los afectados, pero tardó cerca de una semana en cribar al personal. Siempre según los familiares, los profesionales que atendieron a los contagiados luego trataron con el resto de residentes sin saber si se habían contagiado, contribuyendo a extender el virus, hecho que consideran que pueden "demostrar con pruebas".
"Con el cierre de visitas, no solo se han reducido los casos, sino que se han más que triplicado y afecta a 18 personas de una residencia de unos 50 ancianos, ¿para qué sirve no poder visitar a nuestros mayores si luego no se cumplen los protocolos?", critican los familiares de este pequeño centro de un pueblo de Olot. "18 infectados y tres fallecidos que sepamos, ya que estamos buscando a otras familias que se encuentren en una situación similar que no tengamos controlada", agregan.
Piden a la Generalitat que intervenga
Asimismo, lamentan que el hecho de tener la mitad de la plantilla confinada y solo la otra mitad operativa ha provocado "situaciones surrealistas" que ponen en riesgo la salud de los residentes y que harán constar en una denuncia que interpondrán las próximas semanas, tras recopilar información y pruebas de la presunta mala praxis de los responsables.
Las familias mantienen conversaciones con la consellera del Departament de Drets Socials, Violant Cervera, para que intervenga en el centro, gestionado por la cooperativa Suara. "Si la residencia no se ve capacitada o no quiere pedir ayuda, que se a la Generalitat quien imponga esa ayuda", concluyen. Por su parte, la consellería de Salut mantiene un seguimiento y control del brote.
Hay ocho ancianos contagiados a fecha de esta publicación, "que se encuentran en proceso de superar la enfermedad, asintomáticos y aislados", según la administración catalana. Esta misma semana, dos de ellos abandonarán el confinamiento y "se prevé seguir con los seis restantes los próximos días"; también practicarán otro cribado entre los usuarios negativos.