Xavier y su mujer Carmen, separados por una ventana durante la pandemia, vuelven a abrazarse


Su historia fue portada en el New York Times gracias a una instantánea del fotógrafo Emilio Morenatti
Carme sufre alzhéimer y vive en Residencia Santa Olga de Barcelona
Durante la pandemia Xavier la visitó cada día a través de una ventana
Xavier y Carmen han vuelto a abrazarse. Hasta hace poco, una ventana cerrada con un frío cristal les separaba. Ella le esperaba en su cuarto de la Residencia Santa Olga de Barcelona. El, se conformaba con verla desde la calle sin poder besarla y acariciarla. La pandemia les negó este privilegio y su historia fue portada del New York Times gracias a una icónica fotografía que dio la vuelta al mundo.
El autor la instantánea, Emilio Morenatti, fue galardonado con el Pulitzer por esta y otras fotografías sobre el impacto de la pandemia en los mayores. Y es que nadie mejor que Xavier y Carmen saben lo difíciles que han sido estos dos años.
MÁS
Su historia fue portada en el New York Times
Carmen sufre alzhéimer desde hace 14 años y "ha ido degenerando". Solo se comunican con la mirada pero para ellos es suficiente, con eso les basta. Con eso y con las caricias. La pandemia, sin embargo, les negó el contacto físico.
"Ha sido muy duro, sobre todo cuando me metía en la cama y me veía solo. Yo necesitaba verla cada día a través de la ventana pero no podía ni darle la mano. El día que prohibieron las entradas a la residencia yo estaba aquí de visita y me dijeron 'mañana no vuelvas'".
Decidí seguir viniendo cada día, aunque fuera desde la ventana. Yo venía aquí y la miraba
A Xavier esta prohibición le sentó como un jarro de agua fría. "Decidir seguir viniendo cada día, aunque fuera desde la ventana. Yo venía aquí y la miraba. Un trabajador me vio que estaba agachado y me sacó el taburete. A partir de ahí venía todos los días y ponía las manos en el cristal para sentirla cerca", recuerda.
Besos a través de la ventana
El hombre no desaprovecha ni un segundo con su mujer. Le habla cada día de cuándo se conocieron y de lo que hacían cuando eran jóvenes. Están juntos desde 1953. "Fue en Huesca. Carmen estaba de vacaciones con la familia y yo era trompetista de la orquesta. Le di mi teléfono y días más tarde me llamó para quedar. Nos casamos en 1955 y tuvimos dos hijos", recuerda Xavier.

Su único deseo es terminar juntos esta última etapa de vida. "Si nos fuéramos juntos de la mano sería lo mejor", suspira Javier.