Un preso que mató a tres personas agrede a cinco funcionarios de la cárcel de Brians 2


Les ha atacado con una rejilla del sistema de ventilación que él mismo ha retirado y doblado para colocársela en el puño
Les ha provocado cortes y contusiones; los sindicatos alertan del aumento de agresiones a trabajadores penitenciarios
Se trata de John Musetescu Werberg, en prisión desde 2020 por matar a tres personas en una sola tarde
Un peligroso y conocido preso de la cárcel de Brians 2 (Sant Esteve Sesrovires, Barcelona) ha atacado este 22 de mayo a cinco funcionarios, que han resultado heridos, han confirmado fuentes conocedoras de la agresión a este diario después de que lo haya avanzado la periodista Anna Punsí.
Se trata de John Musetescu Werberg, un hombre de origen sueco en prisión por matar a tres personas en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona. Se encuentra en la cárcel desde hace dos años, cuando ingresó en prisión provisional, en el Departamento Especial de Régimen Cerrado (DERT).
Se le relaciona con la muerte a cuchilladas de David Caminada, un periodista del Ayuntamiento de Barcelona, y de dos personas más, según el medio Crónica Global. Todo ocurrió la tarde del lunes 23 de enero de 2020.
Musetescu presuntamente los ha atacado a primera hora de este domingo con una rejilla de hierro del sistema de ventilación de la cárcel, que él mismo ha sustraído y ha doblado para colocársela en el puño. Cuando el personal ha abierto su celda, se les ha abalanzado y les ha golpeado provocándoles cortes y contusiones, según UGT prisiones, que lamentan que los funcionarios están "bajo los mínimos exigibles".
De los cinco heridos, tres han sido atendidos en la mutua, mientras que dos han sido lesionados de menor intensidad.
Cada vez más ataques
Los sindicatos alertan de un fuerte aumento de agresiones de internos a trabajadores penitenciarios. Fueron 749 en los centros catalanes en 2021 frente a los 487 de 2021, en cifras sindicales, lo que supone un incremento del 54 %.
Por ello, reclaman ser considerados agentes de la autoridad y "firmeza por parte de las administraciones para acabar con esta pesadilla". También recuerdan que "si la finalidad de las penas privativas de libertad es la rehabilitación y la reinserción social, se hace indispensable recuperar la convivencia".