Citizen Lab justifica la colaboración de un independentista espiado por Pegasus en su investigación


Elies Campo es víctima de las escuchas y se le relaciona con Tsunami Democràtic, que organizó los altercados por la sentencia del 'procés'
Ronald Deibert, el director de la entidad, ha señalado que es frecuente que personas afectadas colaboren con ellos; él ayuda a encontrar potenciales víctimas
Qué es Citizen Lab, la entidad que ha destapado el escándalo de espionaje al independentismo
El director de The Citizen Lab, Ronald Deibert, ha justificado que el independentista catalán Elies Campo Cid haya formado parte del equipo de investigación que ha descubierto el presunto espionaje con el sistema Pegasus de 63 políticos, periodistas y dirigentes de organizaciones vinculadas al independentismo, a pesar de que él también fue objeto de espionaje en este caso.
A Elies Campos, ingeniero de telecomunicaciones, se le vincula con la plataforma Tsunami Democràtic, la misma que organizó los importantes altercados en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat con motivo de la sentencia del procés, entre otros. De hecho, está siendo investigado en la Audiencia Nacional, según informaciones de El Periódico, aunque él mismo ha negado a RAC1 tener algo que ver con la plataforma.
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Deibert ha señalado que es frecuente que personas atacadas con 'spyware' colaboren con ellos en unas investigaciones que han provocado una nueva crisis de confianza entre la Generalitat y el Gobierno de Sánchez.
Elies Campos ayuda a encontrar "potenciales víctimas"
Deibert ha explicado que la investigación sobre el ataque con Pegasus a independentistas catalanes comenzó en 2019, cuando Whatsapp les pidió que les ayudaran a contactar con objetivos de Pegasus relacionados con la grieta en dicha aplicación en 2019. Recuerda en este sentido que varios de esos casos se hicieron públicos posteriormente en 2020 por 'The Guardian' y 'El País'.
Campos fue nombrado investigador de The Citizen Lab el 1 de febrero de 2022 para ayudarles en sus esfuerzos para identificar a "potenciales víctimas", para entrevistas y análisis, tras haber trabajado como voluntario ayudando en la investigación realizada por The Citizen Lab "en la región desde julio de 2020".
El director de este Laboratorio Ciudadano también justifica que haya trabajado en este proyecto a la vez que era víctima de las presuntas escuchas. "Es frecuente que Citizen Lab emplee a investigadores y colaboradores voluntarios en regiones y países afectados por el tipo de abusos con 'spyware' mercenario que investigamos y, en el pasado, hemos tenido en Citizen Lab colegas que han sido objetivo de 'spyware'", señala Ronald Deibert.
No obstante, ha explicado a Europa Press que el análisis técnico y forense fue realizado y liderado por un grupo de investigadores de este instituto bajo su supervisión, es decir, bajo la supervisión del director e investigador principal de The Citizen Lab. Añade también que esta supervisión se lleva a cabo "conforme a las políticas éticas de investigación de la Universidad de Toronto, que son supervisadas por la Junta de Ética en la Investigación" de la citada Universidad.
Ronald Deibert niega financiación procedente de independentistas
En cuanto a la financiación, Ronald Deibert niega que hayan recibido nunca apoyo financiero de "grupos o individuos catalanes de ningún tipo". "Nunca realizamos investigaciones por encargo", ha exclamado. Su financiación, según señala, procede de fundaciones filantrópicas cuya lista se publica en su web, así como donaciones que, dice, "obligatoriamente deben ser 'sin contraprestraciones' y supervisadas por una oficina de la Universidad de Toronto".
El director de The Citizen Lab añade que Amnistía Internacional examinó de forma independiente una muestra de los "aparatos de las víctimas y utilizando su metodología forense distinta, también determinó que había pruebas de infecciones con Pegasus".
En cualquier caso, ha explicado que los métodos que emplean en este último informe se derivan de los mismos enfoques que han empleado en anteriores informes sobre abusos con Pegasus en países como Bahréin, El Salvador, Jordania y otras partes del mundo.