SEAT y sindicatos negocian un ERTE de 9 meses para 10.000 trabajadores por la falta de microchips


La automovilística se ha visto obligada a parar la producción durante más de 20 días este verano y ve "insostenible" asumir los costes
La escasez de semiconductores afecta la producción de automóviles en todo el mundo
La crisis de los microchips azota al sector automovilístico español. Si la semana pasada, SEAT tuvo que parar la producción de su planta de Martorell durante tres días, ahora estaría planeando un nuevo ERTE que puede afectar a hasta 10.000 trabajadores por la falta de microchips.
La automovilística ya ha agotado las medidas de flexibilidad previstas en el convenio colectivo con la plantilla y desde junio acumula más de 20 días de trabajo cancelados.
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Fuentes sindicales, afirman que están en conversaciones para aprobar un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectará a todos los empleados (unos 10.000) de las planta de Martorell, Barcelona y El Prat de Llobregat de manera rotativa.
Este miércoles, la filial de Volkswagen AG comunicó a los representantes de la plantilla su intención de aprobar un ajuste laboral entre el 27 de septiembre y el 30 de junio de 2022.
Esfuerzo de la empresa insostenible
SEAT ha perdido un 157 turnos de trabajo por falta de piezas desde junio, esto equivaldría a 24 días de cierre del tirón. En estos momentos, la plantilla no trabaja los lunes y los martes y la afectación es desigual el resto de días de la semana.
La empresa ha asumido parte de esos costes y los trabajadores han acumulado horas pendientes, a recuperar en un futuro. Sin embargo, la dirección ha trasladado a los sindicatos que el esfuerzo es "insostenible" y pretende descargar estos costes en las cotizaciones de los trabajadores.
Problemas de abastecimiento de microchips
La crisis de semiconductores está afectando a todos los fabricantes automovilísticos y el sector prevé que dure hasta la segunda mitad de 2022.
Los problemas de distribución derivados de la pandemia y la creciente demanda de microchips por parte de las empresas de telefonía han causado esta rotura de stock casi permanente.