Iruretagoyena, el concejal del PP de Zarauz asesinado hace 25 años por ETA, que le puso otra bomba tres años después


José Ignacio Iruretagoyena circulaba con su coche cuando explotó una bomba-lapa que ETA había colocado en los bajos el 9 de enero de 1998
Maderero de profesión, tenía 35 años y era uno de los dos ediles que el PP consiguió en Zarauz en la elecciones de mayo de 1995
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Este 9 de enero es el 25 aniversario del atentado de ETA que costó la vida al concejal del PP en la localidad guipuzcoana de Zarauz José Ignacio Iruretagoyena.
ETA lo asesinó colocando una bomba- lapa en los bajos de su coche tal día como hoy en 1998.
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Tenía 35 años, estaba casado y era padre de dos hijos. Maderero de profesión, Iruretagoyena era el segundo concejal que el Partido Popular había conseguido en el pueblo costero en las elecciones municipales de mayo de 1995.
Para matar a José Ignacio, los terroristas entraron en su garaje, forzaron la puerta del copiloto y pusieron en el asiento del conductor una bomba con temporizador.
Iruretagoyena salió de su casa, en el barrio de Pilartxo Enea, a las siete y media de la mañana, paró a desayunar en un bar y reemprendió el camino hacia la empresa de su familia, Maderas Iruretagoyena.
El artefacto explotó un kilómetro después de que el vehículo arrancara por primera vez, cerca de una zona escolar. Sufrió, entre otras heridas mortales, la amputación de la pierna y el brazo derecho. Falleció en el lugar del atentado hora y media después. Los equipos de emergencia no pudieron salvarle la vida.
Atentado frustrado en su tercer aniversario
Cuentas las crónicas periodísticas de entonces que su amigo Gervasio Juaristi, militante histórico del PP en el País Vasco, había regañado a José Ignacio por ir sin escolta el día anterior a su muerte." ¿A mí qué me va a pasar?", fue su respuesta.
Y es que Iruretagoyena no creía ser un "objetivo" de la banda terrorista. Era hijo del pueblo, vasco, y euskaldun. "Apenas utilizaba el castellano. No se puede decir que ETA haya matado a nadie que fuera más de aquí " que él, se lamentaba el actual presidente del PP vasco Carlos Iturgaiz, que en esa época también ostentaba el cargo.
No fue la última vez que la banda terrorista quiso manchar la memoria del edil. ETA trató de provocar otro atentado colocando una bomba junto a la tumba de José Ignacio en 2001, durante un homenaje por el tercer aniversario de su muerte. Un fallo en el mando a distancia evitó la tragedia.
Los autores materiales del atentado fueron los etarras Javier García Gaztelu, alias “Txapote”, e Irantzu Gallastegi, alias “Amaia", condenados a 46 años de cárcel por la Audiencia Nacional en un juicio celebrado en 2009 por su asesinato.
Tres años antes, el mismo tribunal condenó a Gregorio Escudero a 42 años de prisión, por haber facilitado la información que permitió cometer el atentado.