El calvario de unos vecinos de Santurtzi por un narcopiso ocupado en su edificio: "Entran y salen para consumir a todas horas"


Los vecinos denuncian que una vivienda ocupada de su inmueble se ha convertido en punto de venta de drogas
“Entran y salen a altas horas de la madrugada, nos amenazan, cualquier día pasará una desgracia”, describen
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“Fuerzan la puerta del portal y en el caso de no poder entrar al narcopiso por la puerta, lo hacen por la ventana del patio pisando los tubos del gas. Ya se han caído al patio interior dos veces. Nos sentimos desamparados. Cualquier día ocurrirá una desgracia”, relatan los vecinos de un inmueble de la calle santa Eulalia de Santurtzi, Vizcaya.
Esta situación de tensión en este edificio se produce desde hace meses, cuando desconocidos ocuparon una vivienda vacía, que está siendo utilizada, según los afectados, para la venta y el consumo de droga.
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“Entran y salen a todas horas, incluso de madrugada, provocando mucho ruido y molestias. Nos amenazan constantemente. Tenemos miedo porque algún día va a ocurrir una desgracia. Vivimos intranquilos”, aseguran
El pasado sábado, los vecinos protagonizaron una concentración frente al portal para denunciar estos hechos. La respuesta fue que algunos recibieron “amenazas de muerte” por parte de los inquilinos ocupas.

“Les molestó y, además de hacer más ruido, empezaron a lanzar a al patio de todo. Se atrevieron tirar por la ventana latas, tornillos y hasta un televisor a la calle. Esto es insostenible. Algunos hemos decidido avisarnos cuando salimos o entramos para no ir solos por lo que pueda pasar si nos los encontramos por las escaleras", relatan.
Por este motivo, este lunes varios de ellos presentaron una denuncia en los juzgados de Barakaldo por amenazas de muerte. El juez decretó una orden de alejamiento en un juicio rápido.

El ayuntamiento de Santurtzi, conocedor de la situación y, hasta que lo ocupas sean desalojados, ha decido poner protección las 24 horas al día a los afectados.
Policías locales custodian el portal, incluso acompañan a los vecinos cuando quieren entrar o salir de sus casas.

“Estamos contentos con estas medidas porque nos dan más seguridad, pero lo que queremos es que se vayan y volver a vivir con tranquilidad”, afirman.