Condenadas a 11 años de cárcel dos mujeres en Bizkaia por abusar del hijo de nueve años de una de ellas


Condenadas a penas de 11 años y seis meses y 11 años, respectivamente
El chico repitió más tarde estos comportamientos sexuales con su hermana, una niña de siete años
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La Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a penas de once años y seis meses de prisión, y a once años, respectivamente, a una madre y a su pareja, otra mujer, por un delito continuado de abuso sexual al hijo de una de ellas de nueve años de edad. Deberán también indemnizar de forma conjunta al menor con 90.000 euros. Tampoco podrán acercarse a menos de 500 metros de la víctima durante quince años, y deberán participar tras su salida de prisión en un programa de educación sexual.
El niño sufrió abusos sexuales continuados desde finales de 2017 hasta finales de 2018 por parte de su madre, quien previamente se había separado de su padre y tenía la custodia de sus dos hijos, y la nueva pareja de ésta. Las mujeres le obligaban a desnudarse y a participar en sus prácticas sexuales, según recogen los hechos probados del fallo judicial.
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La víctima repitió más tarde estos comportamientos sexuales con su hermana de siete años. Los servicios de salud mental que atendieron al niño constataron que padecía síntomas ansioso-depresivos como consecuencia de un trastorno severo de las emociones, que es probable que le perduren a medio y largo plazo e influyan sobre la configuración de su personalidad y equilibrio psíquico.
Su madre abusó de él mientras él lloraba
La Audiencia ha dado credibilidad al testimonio del chico, que el 21 de julio de 2020, cuando tenía ya 12 años, declaró que su madre abusó de forma continuada de él con su amiga, mientras él lloraba.
La madre participó sin éxito en un programa de intervención familiar obligada por la Diputación de Bizkaia, después de que dos ayuntamientos donde residieron las mujeres y el colegio del niño trasladaran a la institución foral la "grave situación de desprotección" en la que se encontraban los dos niños, cuya madre era consumidora habitual de alcohol y otras sustancias. Se desconocía entonces que además el niño era víctima de abusos.
Finalmente, le retiraron la custodia de sus hijos, que pasó a manos del padre. Sin embargo, en agosto de 2019 el progenitor pidió a la Diputación foral que asumiera la guardia de los niños, que pasaron a vivir en un hogar protegido, después de constatar que el chico abusaba sexualmente de su hermana, en una "manifestación de repetición traumática".