Las gasolineras vascas se quedan sin reservas de diésel y gasolina

Joseba Barrenengoa, CEO de Easygas, achaca este desabastecimiento a que sus transportistas son autónomos y “el miedo les hace parar los camiones”
“No puede ser que un servicio esencial le pise la manguera a un servicio esencial”, denuncia Barrenengoa
• “O se soluciona o pararemos todos” es la reivindicación de uno de los conductores que ha tenido que dar la vuelta al llegar a la estación de servicio
Un operario avisa en el acceso a la gasolinera de Easygas de Mungia de que ya no queda combustible. Los vehículos tienen que dar la vuelta y buscar la estación más cercana para repostar. Justo una semana después del comienzo de la huelga de transportistas y sin llegadas de camiones cisterna desde el viernes, gasolineras como ésta no pueden dispensar ni diésel ni gasolina, el desabastecimiento es prácticamente total.
Joseba Barrenengoa, CEO de Easygas, achaca este desabastecimiento a que sus transportistas son autónomos y “el miedo les hace parar los camiones”. En Bizkaia Esygas tiene dos estaciones cerradas, otras dos en Cantabria y la de Hondarribia en Gipuzkoa está a punto de bajar la persiana.
“Estamos trabajando para intentar resolver el problema del transporte, pero no tenemos ninguna previsión ni esperanza de que podamos conseguirlo”, asegura Barrenengoa. Para ello está buscando empresas de transporte de otras Comunidades Autónomas que “tengan menos reparo al miedo, pero no está siendo fácil”.
“Somos servicios esenciales”
Para Easygas el problema no es tanto el dejar de vender, sino el no poder dar servicio a sus clientes. “Las gasolineras somos servicios esenciales, el transporte es servicio esencia”, reivindica.
“No puede ser que un servicio esencial le pise la manguera a un servicio esencial”, denuncia Barrenengoa. “Durante la pandemia, tanto el servicio esencial de las gasolineras como el servicio esencial de transporte, conseguimos que este país tuviera alimentos y todo en los supermercados y que la gente que estaba en casa pudiera abastecerse”, concluye.
“No vamos a poder trabajar”
Los clientes que se han ido acercando para repostar a lo largo de la mañana daban la vuelta con preocupación. “Al ritmo que vamos no vamos a poder ni trabajar”, aseguraba uno de ellos preocupado al ver su coche en reserva. “Como no haya en la siguiente me quedo en el pabellón”, alertaba preocupado.
“O se soluciona o pararemos todos” es la reivindicación de otro de los conductores que llegaba in extremis a llenar su depósito y que se ha encontrado con la sorpresa. Ha dado la vuelta con la esperanza de encontrar combustible en la gasolinera más cercana.
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