El 'Guernica' de Ibarrola regresa al Museo de Bellas Artes de Bilbao 40 años después

Se trata de un mural de diez metros de largo por dos de alto realizado hacia 1977 como homenaje y reclamación del Guernica de Pablo Picasso
La obra no se había mostrado al público desde la década de los 80. Había permanecido almacenada en el estudio del artista en su caserío de Oma en Kortezubi (Vizcaya)
Junto a la obra se exponen otras dos pinturas al óleo de idénticas dimensiones realizadas por Ibarrola hacia 1983-1979 y que han sido recientemente donadas por el artista
El Museo de Bellas Artes de Bilbao llevaba muchos años detrás de la obra Guernica de Agustín Ibarrola, y hoy, por fin, ha podido decir eso de “objetivo conseguido”. Se trata de un mural de diez metros de largo por dos de alto realizado hacia 1977 como homenaje y reclamación del Guernica de Pablo PicassoGuernica. La adquisición le ha supuesto al museo 300.000 euros.
Guernica de Ibarrola es una obra emblemática del arte vasco y una de las más ambiciosas en la producción del pintor que constituye uno de los episodios más significativos de la trayectoria reciente del museo. Además, alcanza el valor de un documento histórico al ser testimonio de una época social y políticamente convulsa y reflejar la trascendencia del Guernica, en el arte contemporáneo.
El Guernica de Ibarrola
Guernica La obra no se había mostrado al público desde la década de los 80. Había permanecido almacenada en el estudio del artista en su caserío de Oma, en Kortezubi (Bizkaia). Afortunadamente, se encontraba en buen estado de conservación, por lo que únicamente ha requerido de un tratamiento de conservación preventiva.
Los diez lienzos pintados al óleo de 200 x 100 cm cada uno que forman el gran friso narrativo reinterpretan algunos de los motivos icónicos de la obra de Picasso: el soldado muerto, la cabeza del caballo herido o la mujer con un niño en brazos.

Además de homenaje al Guernica de Picasso, el mural de Ibarrola fue también la contribución del pintor vasco al movimiento ciudadano que, a partir de 1977 comenzó a reclamar su depósito en alguna institución vasca ya que por aquel entonces reposaba en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Reivindicación compartida con un grupo de artistas e intelectuales que demandaba el cuadro con el fin de trasladarlo a un nuevo museo que para ello habría de construirse en la localidad vizcaína de Gernika.
El movimiento se agrupó bajo el lema “Guernica Gernikara” y generó numerosas iniciativas hasta que el cuadro fue instalado en el Casón del Buen Retiro de Madrid en 1981. No en vano, el Museo de Bellas Artes de Bilbao se postuló como posible sede de acogida, tal y como dan cuenta los documentos que ahora se exponen.
La exposición
Junto a la obra se exponen otras dos pinturas al óleo de idénticas dimensiones realizadas por Ibarrola hacia 1983-1979 y que han sido recientemente donadas por el artista. Con el mural, estas dos pinturas son ejemplo de la importante investigación plástica y espacial desarrollada por Ibarrola en esos años en paralelo a sus trabajos de carácter social.

En la exposición se presentan también documentos que se conservan en el archivo y la biblioteca del museo y, en menor medida, en otras colecciones públicas y privadas. El conjunto contextualiza el trasfondo de la creación del Guernica de Ibarrola y la historia del mural antes de su ingreso en la colección del museo. La selección incluye notas de prensa, actas del Patronato del Museo, catálogos de las exposiciones individuales del artista, artículos de revistas, entre otros, además de una selección de los planos del anteproyecto museográfico encargado en 1981.

Por último, un audiovisual recoge imágenes históricas de gran interés relacionadas con la obra de Ibarrola, entre las que destaca las del singular montaje concebido por el pintor para su exposición en la sala Gris del edificio moderno del museo en 1979.