Las rederas hacen historia al lograr poder jubilarse cuatro años antes por la "penosidad" de su trabajo

La nueva Ley de Pesca permitirá a neskatillas, rederas y empacadoras de Bermeo, Lekeitio y Ondarroa adelantar cuatro años la edad de jubilación por la “penosidad” de su trabajo que supone “un gran desgaste”. Ha sido una reivindicación histórica. Más de 20 años llevan estas profesionales de la mar reclamando una medida que ha sido acogida con entusiasmo. Un paso más en la lucha contra la desigualdad de los derechos de las trabajadoras del mar.

El pasado martes 17 el Consejo de Ministros dio luz verde a la Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera. En ella se incorpora un coeficiente reductor de la edad mínima para percibir la pensión de al menos el 0,15, es decir, que estas mujeres podrán retirarse casi cuatro años antes de la que sería la jubilación ordinaria.

Muchas de las veinte neskatillas que trabajan actualmente en el muelle de Bermeo llevan desde los 14 años descargando y limpiando el pescado capturado por los ‘arrantzales’ en la mar. Muchos años y mucho trabajo a su espalda llevan también las 15 empacadoras que se encargan de clasificar el pescado en Ondarroa, localidad en la que, por cierto, ya se han jubilado todas las rederas encargadas de reparar las artes en el puerto. Un oficio abocado a desaparecer ante la ausencia de relevo generacional.

Con esta nueva Ley se equipara la dureza del trabajo que desarrollan estas mujeres con el resto de colectivos de la mar. Es la primera vez que se reconoce una protección social a profesiones 'especialmente penosas' que suponen un 'gran desgaste'.

Ellas, contentas con este logro histórico esperan poder acogerse a esta medida lo antes posible después de toda una vida dedicada a trabajar en el puerto a plena vista pero también a la sombra del resto de profesionales del mar.