Primo Banksy pinta en Santiago un busto 'caído' del rey emérito


La intervención artística es obra del grafitero lucense Primo Banksy
Representa su particular visión sobre la decadencia del rey Juan Carlos I
“Nuestro emérito ya conoció tiempos mejores”, cuenta a NIUS su autor
La visita del rey Juan Carlos I a España no ha pasado desapercibida. Su aparición en Sanxenxo (Pontevedra) después de más de dos años en Abu Dabi ha generado una llamativa intervención artística en Santiago de Compostela (A Coruña). Una fachada de la ciudad ha aparecido con una pintura que retrata un busto 'caído' del rey emérito.
La intervención es obra del grafitero lucense Primo Banksy y se encuentra en una pared de la rúa do Sar. En la pintura, el emérito aparece representado como si fuera el busto de mármol de un emperador romano. Sin embargo, la figura no aparece ensalzada. Está tirada y rota.
Esta obra es la particular visión de la decadencia del rey Juan Carlos I que hace este autor, cuya identidad se desconoce. Sus obras suelen ser reivindicativas. El arte es para él una forma de plasmar la controvertida realidad con la que se encuentra.
“Aprovechando la repentina visita del emérito a Galicia, hice una interpretación del poema del poeta romántico Percy Bysshe Shelley, Ozymandias, que habla sobre la caída y el olvido con el paso del tiempo, que acontece incluso a los grandes reyes. Nuestro emérito ya conoció tiempos mejores. Por eso lo representé como un antiguo busto de mármol de un emperador romano, caído, olvidado”, cuenta Primo Banksy a NIUS.
Reacciones en redes sociales
El autor ha publicado fotografías de su nueva obra en su cuenta de Instagram. “Una réplica en Sanxenxo, gracias”, “que caiga la monarquía al completo” o “que sea una premonición” han sido algunos de los comentarios que ha recibido de sus seguidores. Acumula casi 10.000 en esta red social.
Primo Banksy ha dejado su rastro, sobre todo, en Galicia pero, también, en otras ciudades españolas como Madrid, Bilbao, Salamanca, Palma de Mallorca o Valencia. Incluso, ha dejado su sello en capitales como Braga o en la ciudad francesa de Montauban. En esta última también pintó un busto, el de Manuel Azaña, el presidente de la Segunda República. Sin embargo, en esta ocasión, la figura aparece ensalzada.