La Universidad de Vigo, pionera en instalar máquinas expendedoras de tampones y compresas gratuitas


Las máquinas instaladas en el campus leerán el código de barras de la tarjeta universitaria de las alumnas
Cada caja contiene tres tampones o compresas y cada alumna puede disponer de tres al mes
Pretenden eliminar un tabú y luchar contra la ‘pobreza menstrual’, garantizando el acceso a estos productos
Solo tienen que acercar la tarjeta universitaria a la máquina dispensadora para que, una vez que lea el código de barras, obtener tampones o compresas. Así de fácil se lo pone la Universidad de Vigo a sus alumnas.
Fue hace poco más de un año, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Mujer, cuando la Universidad viguesa decidió proporcionar productos de higiene femenina a las estudiantes. Buscaba así, por un lado visibilizar y normalizar la menstruación y por otro, reducir la pobreza menstrual. La iniciativa se llevó a cabo inicialmente a través de las delegaciones de alumnado pero ahora, para que sea mucho más sencillo, ya se ha instalado un servicio de dispensadores.
Habrá 25 máquinas dispensadoras
Las primeras máquinas de autoservicio ya están en funcionamiento en los baños del edificio de Ciencias Experimentales, donde comparten docencia las facultades de Biología, Química y Ciencias del mar. Pero en las próximas dos semanas se completará la instalación de un total de 25 en las escuelas y facultades de los tres campus, en Vigo, Pontevedra y Ourense. En cada centro serán los equipos los que decidan dónde colocarlos, si dentro de los baños de mujeres o en los accesos, tratando de tener en cuenta las necesidades de la comunidad trans.

Los dispensadores funcionan mediante la lectura de los códigos de barras de la tarjeta universitaria de las alumnas. Expenden cajas con tres tampones o tres compresas, según la elección de las mujeres, y cada estudiante puede emplearlas hasta un máximo de tres veces cada mes. Según explica Águeda Gómez, directora de la Unidad de Igualdad, “es un cálculo inicial, pero después de un tiempo de prueba se podrá reajustar si se considera necesario”.
Una medida pionera en España
Con la instalación de estos dispensadores, la Universidad de Vigo es pionera en España en la apuesta por acercar los productos de gestión menstrual de forma gratuita a las alumnas. Tal y como ha explicado la responsable de la Unidad de Igualdad, en las universidades escocesas ya ofrecen ese tipo de productos, pero allí se hace a través de cestas, no mediante máquinas expendedoras.
Para Águeda Gómez esta era una medida “necesaria” que da respuesta a una “reivindicación del alumnado”, que demandaba “dignificar una necesidad fisiológica que las mujeres tenemos sin que sea opcional y acabar así con la ceguera de género de instituciones como la universitaria”. Se trata, en definitiva, de “normalizar algo que ya debería ser normal, como es la menstruación”.
Las primeras alumnas que han estrenado estos dispensadores valoraban esta medida como algo “innovador y necesario”. “Ayuda a eliminar un tabú instaurado en las universidades y en la sociedad en general. Creo que será una medida muy bien recibida entre todos”, destacaba Aida Luaces, estudiante de Biología.
Desde la Universidad de Vigo puntualizan que la instalación de las máquinas tuvo un coste de alrededor de 200.000 euros, a lo que hay que sumar entre 5.000 y 6.000 euros cada seis meses para comprar los productos de gestión menstrual. “Es un gasto ridículo en un presupuesto de una institución grande, pero que tiene implicaciones no solo materiales, sino también simbólicas, ya que es un paso adelante para visibilizar y dignificar una de las necesidades propias de las mujeres que hasta ahora tenía un estigma”, subraya Águeda Gómez.