Atraca en A Coruña el primer barco con maíz ucraniano tras sortear el bloqueo ruso


El Alppila transporta 18.000 toneladas destinadas a la fabricación de piensos para el ganado
Ha tenido que sortear el bloqueo ruso y hacer una ruta alternativa por el Báltico
Desde el sector de piensos afirman que esto es “una gota en un vaso de agua”
El largo periplo del barco cargado con maíz procedente de Ucrania ha terminado. Estaba previsto que llegara el sábado, pero finalmente este lunes, a las ocho de la mañana, el Alppila atracaba en A Coruña. Trae a Galicia el primer gran cargamento de maíz ucraniano tras la invasión rusa.
El viaje ha sido más largo de lo normal, ha tenido que realizar una ruta alternativa para sortear el bloqueo ruso. Con los puertos del mar Negro cerrados por el conflicto bélico, el maíz fue transportado primero por carretera hasta las fronteras con Rumanía y Polonia. Desde allí se trasladó al puerto polaco de Swinoujscie, de donde partió por la ruta del mar Báltico haciendo escala en Alemania, hasta llegar a Galicia.
Descargará 18.000 toneladas de maíz
El buque permanece atracado en el muelle del Centenario y a lo largo del día descargará las 18.000 toneladas de maíz que transporta. Una cantidad ínfima comparada con las cantidades de cereal que llegan habitualmente. “Se ha logrado sacar una pequeña cantidad, pero es una gota dentro de un vaso de agua”, afirma Bruno Beade, director de la Asociación gallega de fabricantes de alimentos compuestos (AGAFAC). El consumo en Galicia solo para los fabricantes de pienso es de 90.000 toneladas de maíz al mes.
Desde unos días antes del estallido de la guerra no llegaba cereal de Ucrania, el principal proveedor de los fabricantes de piensos. Durante este tiempo han estado recibiendo maíz de otros países. “Cuando estalló la guerra, Ucrania era el único punto en el que podíamos comprar. Luego empezamos a importar maíz de Canadá y Rumanía. Ahora también llega la cosecha brasileña”, explica Beade. De hecho, este lunes también descargaba en el Puerto Exterior de A Coruña el Desert Simphony, un barco que transporta maíz procedente de Brasil.
El precio es “el doble” que hace un año
Desde AGAFAC afirman que el problema no es solo la disponibilidad, sino los precios. “Desde el conflicto de Ucrania se encareció un 40 %, pero en el último año y medio estamos pagando alrededor de 390 euros por tonelada, es el doble de lo que se pagaba antes”, se lamentan.
Los grandes perjudicados por el alza de precios son los ganaderos. A los cereales tienen que sumar la subida del combustible y la energía. “Los costes de producción de los ganaderos se disparan, la alimentación supone un 40 % de sus gastos. Tendrían que repercutir esos costes a lo largo de la cadena alimentaria, pero es difícil”, denuncia Bruno Beade.