La conservera Albo se suma al apagón industrial en A Mariña con el cierre de su planta de Celeiro

La compañía, en manos de un grupo chino, ha decidido cerrar sus fábricas de Viveiro (Lugo) y Vigo (Pontevedra)
La sede de la empresa y la producción se trasladarán al municipio de Salvaterra do Miño (Pontevedra)
La movilidad geográfica se presenta como una opción inviable para los empleados de la planta lucense
Una fábrica más, la de Albo, se suma al desmantelamiento industrial que sufre la comarca de A Mariña. El grupo chino Shangai Kaichuang, dueño de la conservera, ha tomado la decisión de cerrar las plantas de Celeiro, en el municipio de Viveiro (Lugo), y de Vigo (Pontevedra). La compañía centralizará toda la producción en Salvaterra do Miño (Pontevedra), donde ya construye una nueva planta.
Para Vigo, el cierre de la fábrica supone perder una de sus industrias históricas. También un trastorno importante para sus 135 empleados, que tendrán que hacer todos los días 35 kilómetros ida y otros 35 de vuelta para acudir a trabajar a las nuevas instalaciones.
Esa movilidad geográfica sería, en cambio, inasumible para los 45 trabajadores de Celeiro. La fábrica en la que ahora trabajan está a tres horas en coche de la de Salvaterra. Los trabajadores ven cómo en unas semanas tendrán que tomar una difícil decisión: quedarse sin empleo o cambiar de lugar de residencia.
Un traslado “inasumible” para la mayoría, dicen los sindicatos
La CIG ha mostrado su rechazo al cierre de la planta de Albo en Celeiro, de modo que reclama mantener la actividad y el empleo, pues considera “inasumible” el traslado a la nueva fábrica de Salvaterra do Miño.
El cierre de la planta lucense provocaría la destrucción de 45 puestos de trabajo directos (34 mujeres y 11 hombres), así como otros 10 empleos por ETT durante las campañas. “Esta medida empresarial pondrá fin a más de 40 años de historia de la fábrica de Albo en Celeiro y supone el cese de la última conservera que quedaba en activo en la comarca”, lamenta el sindicato.
La CIG expone que la empresa entregará este miércoles, 15 de junio, la documentación completa sobre el expediente a la representación social, pero la movilidad geográfica propuesta por la empresa "constituye otro duro golpe para la economía de la comarca".
El responsable de la CIG de A Mariña, Xorxe Caldeiro, avisa de que hablar de movilidad a más de tres horas y media de Celeiro es "un eufemismo", puesto que se trata de "un proceso tremendamente traumático en el que se cierra la planta de Celeiro y se deja en la calle a su personal".
El 80% del personal supera los 50 años
Desde el sindicato señalan que más del 80% del personal está integrado por trabajadoras con una edad media que supera los 50 años, con fuerte arraigo y vínculos familiares en A Mariña. Susana Riveira, de la ejecutiva local de la CIG, advierte de que se deja "fuera" del mercado laboral a trabajadoras con una edad que dificulta su recolocación en otros sectores.
La CIG apunta que la propia compañía propietaria indica que la fábrica tiene carga de trabajo suficiente para ocupar a todo el personal y "económicamente es viable". "Tenemos el bonito, tenemos la merluza, pero no tenemos conservera", apunta Caldeiro sobre una planta en A Mariña al lado de los puertos de Celeiro y Burela.
Si finalmente se ejecuta el cierre, Albo se sumaría a las decenas de empresas que han cerrado en los últimos años en la comarca de A Mariña de Lugo. El municipio de Viveiro perdió hace solo unos meses la fábrica de Vestas, donde trabajaban algo más de un centenar de personas.