Galicia solo ve deficiencias "de organización" en la residencia de Pazos de Borbén

Desde la Xunta defienden que "en ningún caso (esas deficiencias) tienen que ver con el trato que reciben los usuarios"
La conselleira de Política Social e Xuventude, Fabiola García, ha reconocido que los servicios de inspección detectaron deficiencias organizativas
Ancianos con úlceras y camas rotas: denuncian falta de cuidados en una residencia de Pazos de Borbén
Las denuncias del colectivo Traballadoras de Residencias de Galicia (TreGa) han llegado al Parlamento gallego en una pregunta formulada por la viceportavoz del BNG, Olalla Rodil. Se ha referido así al caso de la residencia Mi Casa de Pazos de Borbén (Pontevedra).
Hasta 58 ancianos de ella vivían con úlceras en diferentes grados, acostados sobre camas rotas, sin apenas personal para atenderlos y mal alimentados. La asociación de familiares y usuarios de residencias Vellez Digna también se unió a la denuncia, que señalaba "falta de personal".
Inspección detectó deficiencias "de organización" y no del "trato"
A esta cuestión ha respondido la conselleira de Política Social e Xuventude, Fabiola García, quien ha reconocido que los servicios de inspección detectaron deficiencias "de organización" en dicho centro. Pero ha asegurado que "en ningún caso tienen que ver con el trato que reciben los usuarios".

En este contexto, la titular de Política Social ha recordado que a lo largo del mes de mayo hubo "varias inspecciones" conjuntas de su departamento y de Sanidade, a partir de las cuales se detectaron "varias carencias" y la Administración abrió un expediente.
Así, desde la Xunta de Galicia han defendido "la independencia y profesionalidad" del servicio de Inspección, al tiempo que ha acusado a Rodil de "atacar a los profesionales" de las residencias y de crear "alarmismo". No en vano, ha prometido que la Consellería analiza "todas las denuncias y quejas" que le llegan en relación con los geriátricos.
Ha recordado que el plan de inspección para este 2022 contempla un aumento de un 10 % de las visitas a residencias, "hasta superar las 1.500, para que todos, absolutamente todos los centros, sean de la titularidad que sean, ofrezcan una atención de máxima calidad".