El Gobierno no descarta ‘resucitar’ la central térmica de As Pontes por las amenazas de Rusia

La posibilidad de un corte en el suministro del gas ruso podría frenar en seco el desmantelamiento de esta térmica
El Ejecutivo ha solicitado a Red Eléctrica un informe para valorar la posibilidad de la reactivación
Endesa anunció en 2019 el cierre de la planta por el impacto medioambiental de quemar carbón
La crisis energética resucitó el pasado otoño la central térmica de As Pontes (A Coruña) cuando ya todos la daban por muerta. Quemó carbón hasta que este se agotó a mediados del mes de junio. Sin embargo, la situación geopolítica y el posible corte del gas procedente de Rusia podrían volver a reactivarla.
El Gobierno ha encargado a Red Eléctrica, operador del sistema eléctrico, un informe para valorar esta posibilidad. Ese estudio se enmarca dentro del plan de contingencia energética que la Comisión Europea solicitó a los estados miembros para afrontar un posible corte del gas ruso este invierno.
Aunque ese informe no abordará específicamente el caso de la central de As Pontes, en este pueblo coruñés todos tienen claro que ese informe podría ser clave para alargar la vida de la que es la mayor térmica española y frenar en seco los planes de desmantelamiento.
Un cierre en revisión
Endesa anunció en 2019, dentro del proceso de cierre de las centrales de carbón en España por su impacto medioambiental, la clausura definitiva de la planta. La fecha de cierre se marcaba para el año 2021.
Sin embargo, en pleno proceso de desmantelamiento y con decenas de trabajadores ya recolocados en otros puntos de España, en otoño del año pasado saltaba la sorpresa. A causa de la subida de la factura de la luz, la compañía eléctrica decidía volver a transportar carbón a las instalaciones y reactivar parcialmente la actividad. El 22 de noviembre de 2021 se volvía a quemar ese mineral después de meses de inactividad.
Tras esas primeras toneladas de carbón que llegaron al puerto de Ferrol y fueron transportadas hasta As Pontes en camiones, llegaron más cantidades. El mineral se quemó para producir electricidad hasta que se agotó a mediados de junio.
Actualmente, 40 empleados de plantilla y otros 100 subcontratados siguen trabajando en la planta. “Hasta la semana pasada la hoja de ruta de Endesa era la del desmantelamiento y la orden que teníamos era trabajar para la demolición”, cuenta a NIUS Marcos Prieto, vocal del comité de empresa Endesa As Pontes.
Ahora, la incertidumbre vuelve a sacudir a los trabajadores de la térmica. “Sabemos que representantes de la empresa y del Ministerio de Transición Ecológica se reunieron ayer (por este martes) en Madrid, pero no nos han trasladado ninguna decisión”, explica.
Solo funciona una de las cuatro turbinas
La central térmica de As Pontes tiene cuatro grupos de carbón que suman 1.468 megawatios de potencia. Es el mayor centro de producción energética de la península. Sin embargo, solo uno de ellos, el uno, estaría operativo en este momento.
“Solo el uno y el dos cumplen ahora mismo con los parámetros de emisiones. Pero el dos no puede operar desde mayo y el uno solo estaría operativo hasta octubre”, cuentan los trabajadores. Poner en marcha cada grupo supondría, según estas fuentes, entre dos y cinco millones de euros.
Además de esa inversión, si la central volviese a operar, aunque lo hiciese parcialmente, sería necesario reincorporar a más trabajadores. “Lo lógico es que, si hubiese una reactivación, retornasen esos trabajadores que se marcharon. Lo que está claro es que haría falta más gente”, aseguran.
En la central de As Pontes, esos pocos trabajadores que resisten, esperan con ansia noticias.
El líder del PSOE gallego pide que se mantenga operativa
El líder del PSOE en Galicia y también alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso, ha reiterado la importancia de “mantener operativa” la térmica para no fiarlo todo al gas natural como energía de respaldo.
El alcalde ha apuntado que "un país que diseña con prudencia su política energética no debe volcar únicamente su garantía de suministro en una sola tecnología", dijo, en referencia al gas.
El regidor ha explicado que hasta que el hidrógeno "se consolide y madure como tecnología para sustituir al gas natural que proviene de países convulsos, que emite CO2 y que tiene una carga financiera con esos derechos de CO2 que lo hacen cada vez menos competitivo, mantener algunas centrales estratégicas y renovadas, que hicieron las inversiones para adaptarse a la directiva europea de emisiones industriales, sería una decisión muy prudente y acertada".
La situación geopolítica actual podría obligar a frenar los planes de desterrar el denostado carbón, más contaminante a la hora de generar energía.