A Veiga de Cascallá y Robledo de Domiz, dos pueblos de Ourense 'bombardeados' por los incendios


En ambos núcleos se quemaron más de una decena de edificaciones
A algunos vecinos solo les dio tiempo a irse de casa con lo puesto
En total, en los fuegos de Lugo y Ourense, hay 85 inmuebles dañados
Uno de los que mejor describe la rapidez con la que se expandió este lunes el fuego en Rubiá (Ourense) es su alcalde. “El fuego corría más que el coche y llegó al pueblo antes que yo”, dice Ignacio Doce. Ese pueblo del que habla es A Veiga de Cascallá y ahora mismo parece una aldea bombardeada a causa de los incendios.
Las calles están llenas de escombro porque más de una docena de casas acabaron arrasadas por el fuego que afecta a tres municipios de la comarca de Valdeorras (O Barco, Carballeda de Valdeorras y Rubiá). Solo en ese fuego, que permanece activo, se han quemado alrededor de 7.500 hectáreas.
Los vecinos, cuentan, que no tuvieron tiempo para reaccionar. El fuego entró en el pueblo en cuestión de minutos y los que se encontraban allí salieron de sus casas con lo puesto.

“No nos dio tiempo ni a coger la documentación”, afirma un hombre que ha perdido su casa. Él, su mujer y su hijo pequeño vivían en una de las casas arrasadas por el fuego. “Hemos dormido en un sitio que nos ha dejado el ayuntamiento, pero no sé lo que vamos a hacer a partir de ahora”, dice entre sollozos. Lo han perdido todo.

Según el alcalde de Rubiá se han quemado 15 viviendas solo en este núcleo. La mayoría de ellas eran casas de vacaciones o de fin de semana. Dos estaban habitadas. “Esto es una catástrofe. Hemos pedido que se declare zona catastrófica porque está todo arrasado. La mitad del pueblo está arrasado”, dice el regidor.
El fuego, cuentan los vecinos, entró en el núcleo sobre las seis menos veinte de la tarde de este lunes. “De ver el fuego a lo lejos, en cuestión de diez minutos, nos vimos con una lengua de fuego por la derecha y otra por la izquierda”, explica otro vecino.
La Guardia Civil les mandó marcharse, pero él decidió quedarse a defender el pueblo. “El fuego pasaba de una casa para otra y las mangueras no servían de nada”, relata. Él, finalmente, logró salvar su tractor y su granero.
Robledo de Domiz, un paisaje de guerra
Robledo de Domiz, en el municipio de Carballeda de Valdeorras (Ourense), es otro de los núcleos de población arrasados por la ola de incendios. En él se quemaron coches, tractores y una docena de casas.
Video dende A Veiga de Cascallá, outra das aldeas arrasadas polo lume, xunto con Robledo de Domiz ou Alixo. pic.twitter.com/A7lUb3NoV1
— Nino (@saintdaniel4) 18 de julio de 2022
Moncho es uno de los vecinos que ha visto como la vivienda de su padre, de unos 40 años, resultaba arrasada por el fuego. Todo por dentro está destruido. Solo se mantienen las paredes de la fachada en pie. “Me la dejaron en herencia y, aunque vivo en O Barco, venía aquí todos los días”, cuenta.
Amaya, en cambio, sí logró salvar su casa nueva y la de su padre. Su relato es muy similar al de los vecinos de A Veiga de Cascallá. “Mi marido estaba pintando la casa y me llamó que nos teníamos que ir ya porque teníamos el fuego encima”, relata. Aunque los vecinos fueron desalojados, algunos decidieron volver para 'defender' sus viviendas.
Sin embargo, muchos no lo consiguieron. Caminar por sus calles es, también, desolador.

1.100 evacuados en esta ola de incendios
1.100 personas han sido desalojadas de sus casas en los incendios que asolan a Galicia, según datos que ha dado el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. 600 de ellas residen en la zona de O Courel (Lugo), mientras que los 500 desalojos restantes se efectuaron en la comarca de Valdeorras (Ourense).
En total, 50 núcleos de población han sido evacuados. 85 inmuebles han resultado dañados por el fuego, la mayoría de ellas en los fuegos de Valdeorras.