Cervo celebrará A Maruxaina con "más seguridad" para evitar grabaciones a mujeres como las de 2019

El municipio lucense de Cervo celebrará el próximo sábado 13 de agosto la fiesta de la Maruxaina, que este año reforzará la seguridad para evitar hechos como los de 2019, cuando unas 80 mujeres fueron grabadas orinando e incluso se llegó a publicar las imágenes en páginas de pornografía.

El alcalde de Cervo, Alfonso Villares, ha comprometido un mayor operativo para ese día, haciendo especial hincapié en que "como todos los años" hay eventos en este municipio, pero que este "es, probablemente, el más multitudinario, el que más gente reúne".

Además, ahora que se están recuperando tiempos prepandemia, "se espera más gente" y "muchas personas con ganas de fiesta y de vivir la 'Maruxaina'", ha señalado Villares.

El regidor ha esgrimido que "es más que necesario establecer" este dispositivo. En este caso, hay pendiente una reunión de la Junta Local de Seguridad "para ver los distintos medios de seguridad que se van a disponer para ese día".

Una mayor vigilancia que vendrá dada "a través de los cuerpos de seguridad del Estado, y también por los miembros del Ayuntamiento de Cervo, ya sea a través de la Policía Local o de los GES". "Intentaremos hacer una Maruxaina segura", ha comprometido Alfonso Villares, que advierte que "no hay que bajar los brazos y seguir trabajando en este sentido".

Aún tres años después del ‘caso Maruxaina’, la investigación que lleva un juzgado de Viveiro continúa, en este caso con la toma de declaración de las víctimas. Quedan por comparecer unas 20 del más de un centenar de mujeres que aparecen en estos vídeos.

El escándalo saltó a la luz tras la celebración de las fiestas de A Maruxaina de 2019. Se presentaron 80 denuncias de mujeres que fueron grabadas orinando en la calle sin su consentimiento. Las imágenes fueron publicadas después en páginas web pornográficas.

Inicialmente el juzgado de Viveiro decidió archivar el caso en contra del criterio del fiscal, pero la Audiencia Provincial de Lugo ordenó reabrirlo en noviembre de 2021 tras un recurso presentado por la Asociación Mulleres en Igualdade de Burela (Bumei).

El caso se vio agravado por la aparición de nuevos vídeos en los que se veía a parejas practicando sexo en la playa de San Cibrao durante la noche, también en las fiestas de ese año. Imágenes que también fueron difundidas en páginas pornográficas, lo que provocó que más personas se sumasen a esa denuncia inicial.