El Banco de Alimentos de Lugo, al límite: “Pagamos 1.270 euros de luz cuando antes eran 190”


La factura de la luz de esta entidad se ha multiplicado por seis en los últimos meses
Según la presidenta, Amadora Núñez, cada vez cuentan con menos recursos para ayudar a las familias
“Lo que tengo que pagar de luz se lo tengo que quitar de comer a la gente”, explica a NIUS
El Banco de Alimentos de Lugo lucha por sobrevivir en un contexto donde todo sube. Al igual que las familias, esta entidad está teniendo que hacer frente a importantes incrementos en las facturas de la luz y en la compra de alimentos. El resultado es que cada vez tienen menos recursos para ayudar a los que recurren a ellos.
“Tenemos que pagar 1.270 euros de luz por un mes cuando meses atrás nos venían entre 170 y 190 ”, asegura Amadora Núñez, la presidenta del Banco de Alimentos de Lugo. Reconoce que ya en la última factura se habían llevado un buen susto. “Pagamos 600 euros por la luz de las dos naves que tenemos”, cuenta. Pero ahora les ha venido una factura seis veces más alta que la que pagaban antes. "Es que no me lo explico, esto es una barbaridad", insiste.
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A los casi 1.300 euros de factura energética se suman los 1.500 euros de alquiler que pagan por las naves que tienen en el polígono de O Ceao, donde almacenan y distribuyen la comida. “Apenas encendemos las luces, pero tenemos una caja de frío para conservar la comida que tiene que estar permanentemente encendida”, explica buscando una explicación a semejante gasto.
A estas facturas hay que añadir, también, la del repostaje. "La subida de los carburantes también nos afecta porque tenemos que llenar las furgonetas que recogen la comida sobrante en los supermercados", explica. Actualmente están gastando unos 300 euros a la semana en combustible.
Más gasto en luz, menos para gastar en comida
Lo que más le duele a Amadora es que ese dinero que se va en pagar facturas son recursos que se pierden para poder ayudar a las familias que lo necesitan. “Lo que tengo que pagar de luz se lo tengo que quitar de comer a la gente”, afirma, al tiempo que recalca que harán lo imposible para mantener la ayuda que prestan.
Actualmente, el Banco de Alimentos de Lugo presta ayuda a unas 1.000 familias de la provincia. “1.000 familias, que no personas. Porque personas son bastantes más”, puntualiza Amadora. Todas las semanas, asegura, aumenta el número de usuarios.
Actualmente, las reservas no se encuentran excesivamente “boyantes”, pero sí han podido cubrir las necesidades de las familias. “Tenemos la suerte de que las empresas lácteas nos están ayudando mucho”, cuenta. Ahora, lo que más falta es arroz, pasta y lentejas porque son productos básicos que distribuyen todos los días. “Es que está todo carísimo. Yo antes compraba un paquete de pasta o de arroz a 0,70 euros y ahora lo tengo a 1,40”, insiste.
A pesar de estas dificultades que ponen en riesgo la viabilidad del Banco de Alimentos, Amadora Núñez quiere hacer una llamada a la calma a los usuarios. “No quiero que nadie se asuste y piense que vamos a cerrar. Vamos a hacer lo imposible para que esto siga funcionando y ayudar a todos los que nos necesitan”, afirma.