El jefe de maquinistas que alertó del riesgo de la curva de Angrois: “Todo el mundo sabía lo que había allí”


Su declaración ha centrado la sexta sesión del juicio por el descarrilamiento del tren Alvia en Santiago en 2013
Este formador de maquinistas alertó del riesgo de la curva a un superior 19 meses antes del accidente
Asegura que su queja “sí llegó”, pero que Renfe le respondió que estaban "amparados normativamente"
El 26 de diciembre de 2011, 15 días después de ponerse en funcionamiento la línea Ourense-Santiago, el jefe de maquinistas de Ourense alertó de los riesgos que existían en la curva de A Grandeira. Envió un correo electrónico a un superior y puso en copia a cuatro mandos intermedios de maquinistas. Pero no hubo cambios. 19 meses después de aquel aviso, un tren Alvia descarriló en esa misma curva provocando la muerte de 80 personas.
El autor de ese correo, José Ramón Iglesias Mazaira, ha comparecido en la sexta sesión del juicio por el accidente del tren Alvia, ocurrido el 24 de julio de 2013 en Santiago de Compostela (A Coruña). Su testimonio es clave precisamente por esa alerta que emitió nada más ponerse en servicio la línea.
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Buena parte de su comparecencia ha girado sobre ese correo que envió al jefe de Producción y Medios de la Gerencia de Mercado Norte de Renfe en el año 2011 y que han mostrado durante la sesión. En él trasladaba su preocupación por las circunstancias que se daban en ese punto y pedía más señalización en la zona.
Él, por aquel entonces, se dedicaba a formar a maquinistas en la línea Ourense-Santiago. Ha asegurado que, durante las pruebas de la línea, ya se comentaba que aquel punto era peligroso. “Todo el mundo sabía lo que había allí”, ha dicho.
“En ese punto coincidía algo que yo no había visto nunca, un salto de velocidad de 200 a 80 kilómetros por hora y que coincidía con el cambio de ERTMS a ASFA. Era un punto donde se podía dividir la atención del maquinista”, ha apuntado a respuestas de las partes.
La queja "sí llegó" a sus superiores
Por eso, decidió alertar a sus superiores a los pocos días de entrar en servicio a línea. Sabe que su queja “sí llegó” y que “se estaba tratando” porque se pusieron en contacto con él (alguien de la empresa Dimetronic) para obtener más información de lo que ocurría en esa transición.
Pidió que se instalaran señales laterales para recordar a los maquinistas que cumplieran ese límite de velocidad. Sin embargo, nadie actuó. La respuesta que le dieron, ha apuntado, es que esas anomalías estaban amparadas normativamente. “Me dijeron que eso no se iba a trasladar porque estaba amparado normativamente”, ha dicho. .
“¿Quién le dijo que no se podía tratar ese punto?", le ha preguntado el fiscal, a lo que Mazaira ha apuntado directamente al responsable de la gerencia de seguridad en la circulación de Renfe, Ángel Lluch.
“Debieron haber visto esto que yo vi”
Mazaira ha defendido que en ese punto, tal y como estaba configurada la línea, todo se dejaba en manos del maquinista. “Todo dependía del factor humano”. “Con el ERTMS el riesgo hubiera sido el mismo, con el sistema ERTMS hubiera sido peligrosa”, ha dicho en relación con el sistema que se desconectó para que los trenes no sufrieran retrasos y que, según algunos técnicos, podría haber evitado el descarrilamiento.
“Yo no soy experto en análisis de riesgos, pero entiendo que los responsables de seguridad debieron haber visto esto que yo vi como simple usuario”, ha reflexionado, apuntando a Adif como responsable de estas cuestiones.
También le han preguntado por el cambio de normativa y por el actual sistema de seguridad. Porque, tras el accidente, se colocaron las señales laterales que él había pedido en todos los cambios de velocidad. “El accidente hoy, con este nuevo sistema, no se habría producido”, ha asegurado.
Preguntado sobre si era posible haber hecho ese cambio normativo que conllevase la instalación de señales antes del siniestro, Mazaira ha respondido que sí. De hecho, según ha explicado, el cambio de normativa se efectuó en cuestión de un mes tras ocurrir el siniestro.
La declaración del jefe de maquinistas de Ourense se ha producido en la sexta jornada del juicio por el siniestro del Alvia. Se produce después de las testificales de los agentes de la Policía Nacional que intervinieron en la tragedia, el interventor del tren, un agente de seguridad, varios vecinos de Angrois y de los interrogatorios a los dos únicos acusados por el accidente: el maquinista del tren, Francisco José Garzón; y el exdirector de Seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte. El juicio se retomará el 8 de noviembre.