13 décimos para 13 familias: la Lotería de Navidad llega de forma misteriosa a una aldea de Ourense


Cada casa de A Vila, un pueblo de Lobios, ha recibido un décimo
Alguien lo dejó dentro de los buzones, sin poner el remitente
Ahora tratan de averiguar quién es el misterioso 'donante'
Dentro de un sobre blanco, sin remitente, y en el buzón. Así aparecieron los 13 décimos de Navidad que han recibido las 13 familias que residen habitualmente en A Vila, una aldea del municipio de Lobios (Ourense).
Esos boletos, todos con el número 2.854, han suscitado una enorme ilusión entre los vecinos. Por el regalo en sí y, también, por el misterio de no saber quién es la persona que se encuentra detrás de esta acción.
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Los vecinos llevan días tratando de averiguar la procedencia del décimo. “Sea quien sea es una persona que nos quiere mucho”, afirma Isabel Almeida, una de las vecinas.
La única pista que tienen es que los décimos fueron adquiridos en una administración de loterías de Teruel. Sospechas de quién puede ser hay muchas. Pero certezas, ninguna.
Especulaciones sobre quién será
Los vecinos del pueblo están acostumbrados a que a sus buzones solo lleguen sobres con facturas. Por eso, a todos les sorprendió encontrarse ese sobre blanco con sus nombres.

“¿Quién me invitaría a mí ahora a una boda o a un bautizo?”, dice que se preguntó María Nieves León, una de las vecinas de la aldea, al encontrárselo en su buzón. Al ver el décimo pensó que podía ser de algún familiar. Pero luego se enteró de que al resto de vecinos también les había llegado.
Todos entienden que el remitente tiene que ser una persona que, de alguna manera, está vinculada con el pueblo y agradecida con sus vecinos.
“Tenemos la discusión de si será una persona que viene los fines de semana o en verano. Aquí somos todos una gran familia”, sostiene Celso Paz, otro de los vecinos. “Desconfiamos de alguno, pero no estamos seguros”, añade María Nieves.
Sea quien sea, le están enormemente agradecidos. Y utilizan a NIUS para enviarle un mensaje: “Seas quien seas, eres único. Muchas gracias por la alegría que nos has dado”, dice Isabel.
Si les toca, tienen claro que ampliarán el calendario de festejos del pueblo. “Ahora acabamos de hacer el magosto, en agosto siempre celebramos el San Lorenzo… Si nos toca, algo más haremos”, sostiene Celso.
Ahora solo queda que los niños de San Ildefonso canten su número: el 2.854.