‘As bestas’, la película basada en el crimen real que ocurrió en una remota aldea de Ourense


El filme ha arrasado con 17 nominaciones a los Goya
Se inspira en el asesinato del holandés Martin Verfondern
Sucedió en el año 2010 en Santoalla, una aldea de Petín
As bestas, la película dirigida por Rodrigo Sorogoyen que ha arrasado con 17 nominaciones a los premios Goya, está basada en un asesinato real que sucedió hace algo más de una década en una remota aldea de la provincia de Ourense.
El filme está inspirado en el conocido como crimen de Santoalla. Así se llamaba la aldea del municipio de Petín (Ourense) en el que residía la víctima.
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Se trataba de un hombre de nacionalidad holandesa que desapareció en el año 2010 sin dejar rastro y cuyo cuerpo no fue encontrado hasta cuatro años más tarde en un pinar, lo que permitió detener a su asesino.
El hombre asesinado se llamaba Martin Verfondern y años atrás, en 1997, se había establecido junto a su mujer, Margo Pool, en esta aldea ourensana. El sueño de ambos era montar su propia granja ecológica. Pero todo se truncó.
El holandés que predijo su muerte
Los protagonistas de As bestas no son holandeses, sino franceses. Pero, por lo demás, son muchos los detalles que se asemejan con la historia real que sucedió en Santoalla.
De hecho, el director de la película y su equipo se desplazaron hasta la aldea para mostrarle el filme a la viuda de Verfondern, Margo Pool, quien encontró muchas similitudes con lo que sucedió en la vida real.

En el filme se relatan las tensiones que el protagonista tiene con los que son sus únicos vecinos en la aldea. Algo que desencadenó el asesinato.
Porque la muerte de Martin Verfondern se produjo tras una serie de disputas con los únicos habitantes que vivían en Santoalla, la familia Rodríguez. El motivo, la disparidad de opiniones que existían entre ellos por el reparto de los beneficios del monte comunal.
El holandés llegó a grabar con una cámara las amenazas que recibía de esta familia. Llegó a avisar a algún medio de comunicación de que uno de los dos hijos de esta familia iba a acabar matándolo.
Encontrado a diez kilómetros de su casa
En enero de 2020, Martin salió con su todoterreno a hacer unas compras. Sin embargo, nunca regresaría a casa. Durante meses se le buscó por los montes de la zona y también por el río. Sin embargo, no obtuvieron ninguna pista.
En el año 2014, a unos 10 kilómetros de su casa, un helicóptero que participaba en las labores de extinción de un incendio localizó desde el aire un coche parcialmente quemado. Era el de Martin Verfondern. Tras analizar la zona, junto al coche encontraron restos óseos del holandés.
El hallazgo del cuerpo permitió detener al asesino. Era Juan Carlos Rodríguez, el hijo de la familia con la que había mantenido el conflicto y a quien él había señalado con anterioridad. Este le había disparado con una escopeta y su hermano, Julio, le había ayudado a ocultar el cadáver.
Juan Carlos Rodríguez fue condenado a 10 años de prisión. Sin embargo, en 2019 ya gozaba de permisos que le permitían volver a Santoalla con su familia.