Los mayores de las residencias de Vigo disfrutan de las luces gracias a los taxistas

Llevaban días esperando este momento. Unos 200 mayores de 15 residencias del área de Vigo tenían apuntado en el calendario su cita con las luces de Navidad. Gracias a una iniciativa de los taxistas de la ciudad salen de la residencia y de su rutina habitual para pasear por las calles de Vigo y admirar el alumbrado. Una decoración navideña que convierte a Vigo en la capital de la Navidad y que el año pasado se cerró con más de cinco millones de visitas. 

Esta iniciativa comenzó en 2016, pero por culpa de la pandemia los dos últimos años tuvo que suspenderse. Este año esperaban, ilusionados, su paseo navideño. Y los taxistas, algunos ataviados para la ocasión con trajes y gorros de Papá Noel, acudieron puntuales a su cita para recogerlos en las residencias. “Es muy gratificante ver lo que disfrutan. Muchos no salen de la residencia y para nosotros, que durante el año los llevamos sobre todo a médicos, es una forma de devolverles todo lo que nos dan”, explica Juan Manuel Alonso, uno de los taxistas participantes. 

Tras recorrer varias calles de la ciudad llegaron hasta la Puerta del Sol, donde está el enorme árbol de 35 metros de altura. Allí les esperaba otra sorpresa, el alcalde, Abel Caballero, los recibía personalmente. “Es extraordinario ver los ojos de ilusión de esta gente mayor. Se les ponen los ojos como a niños al ver las luces, el árbol, escuchar la música…”, afirmó el alcalde.  

Algunos con andador, otros en silla de ruedas, pero todos con una enorme ilusión, retrocedieron en el tiempo y disfrutaron como niños de la Navidad. “Me emociono, tanta luz me deslumbra. Ver las luces y al alcalde y a toda la gente de Vigo”, comentaba una de las residentes. “Precioso, de aquí al cielo, me encanta”, apuntaba otra. Para algunos era la primera vez, otros repetían experiencia. “Ya las vi hace unos años y me gusta porque es algo distinto y sientes que se acerca la Navidad. Cuando era pequeña no había estas luces desde luego”, reconocía una de ellas. 

“Gracias” fue la palabra más repetida por los mayores, que se hicieron fotos ante el árbol y también con el alcalde. Un momento que además pudieron disfrutar con tranquilidad, porque durante una hora la zona se cerró exclusivamente para ellos. “Es una forma de recompensar a los mayores por todo lo que han pasado”, comentaba José Fernandez, uno de los taxistas participantes. “Es muy bonito hacerlo, sobre todo por verlos a ellos, las caras que ponen. Me recuerda a mi hija la primera vez que vio la Navidad”, añadía. 

Tras una tarde de intensas emociones regresaban a la residencia. Mientras, en el centro de Vigo seguía la avalancha de gente admirando el alumbrado navideño.