Ana Sandamil pide perdón y afirma: "Nunca quise hacer daño a mi hija de manera consciente"


La acusada declara "no recuerdo nada de la noche de los hechos, no sé lo que pudo pasar" y pide al jurado que tenga en cuenta su enfermedad mental
Las acusaciones piden prisión permanente revisable y la defensa de Ana Sandamil, el ingreso en un centro psiquiátrico
El estado mental de Ana Sandamil, el elemento clave por el que vuelve a juzgarse el crimen de la niña de Muimenta
El segundo juicio por el crimen de Muimenta ha finalizado este lunes. Ana Sandamil, la mujer acusada de asesinar a su hija Desirée Leal, de 7 años, ha pedido pedido "perdón" y ha asegurado que "nunca" quiso "hacer daño" a su hija "de manera consciente". Y ha pedido al jurado popular que "tenga en cuenta" que padecía y padece "una enfermedad mental".
En el último turno de palabra, Sandamil ha dicho "quise mucho a mi hija, nunca quise hacerle daño de manera consciente", y ha pedido "perdón" tanto a su familia como a la "familia paterna" de la menor "por los daños causados".
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"No recuerdo nada de la noche de los hechos, no sé lo que pudo pasar", ha añadido la acusada, que ha pedido al tribunal: "que se tenga en cuenta que yo padecía una enfermedad, que padezco una enfermedad para siempre".
Acusación particular
En las conclusiones, la acusación particular las ha modificado, para incluir una atenuante de anomalía psíquica, ya que Ana Sandamil "padecía un trastorno psicótico no especificado, así como un trastorno de personalidad de tipo mixto", aunque "no consta que en el momento del crimen se hallase afectada de delirio alguno, si bien sus facultades volitivas se hallaban parcial y levemente afectadas".
El letrado considera que la procesada "no tenía sus facultades afectadas". "Mi opinión es que actuó a sangre fría, no hay nada más, 'la mato porque es mía'", ha dicho ante el jurado, apuntando que fue "porque no quería que el padre pasase más tiempo con ella".
"No quería compartirla"
"La mató porque no quería compartirla", esta ha sido la argumentación principal de la acusación popular, que ejerce la Fundación Amigos de Galicia, cuya letrada ha pedido que "se haga justicia por el padre" de Desirée.
Para esta parte, que no ha modificado sus conclusiones, existe "base suficiente para demostrar que Ana Sandamil estaba perfectamente consciente el día de los hechos" y mató a su hija "de la forma más vil que se puede: mirándola a la cara".
La acusación popular cree que la procesada intentó primero que la niña tomase una botella de agua con trazodona disuelta pero, al no lograrlo, la asfixió, "presionando la nariz de su hija durante 5 a 7 minutos", frente a los intentos de defensa "imposibles" de una "niña de siete años para quien su madre es lo que más quiere" y que "duerme en su cama porque es la que la protege".
En sus conclusiones, la letrada ha pedido al jurado que "haga justicia" y que "no compadezca a Ana Sandamil", sino del padre José Manuel Leal.
Desirée, "la única víctima"
Por su parte, la fiscal ha recordado que "la única víctima se llama Desirée Leal, y no está aquí solo por la voluntad de su madre", por lo que les ha pedido que "una mostruosidad como esta no quede impune".
De Sandamil ha dicho que actuó "con premeditación", preparando la botella de agua con medicación sedante, y que "nunca ha colaborado con la justicia". Además, ha recordado, "fue la última persona que la vio con vida y la primera que la vio muerta" y las palabras que le dijo a su madre en la mañana de los hechos, "murió Desirée", determinan que "era consciente".
Para la fiscal "fue un crimen violento" y se ejecutó "con alevosía". "Era un adulto frente a un niño", ha dicho la fiscal, y se ejecutó "aprovechando que estaba sola, en su cama dormida": "¿Hay alguien más indefenso que una niña de siete años en la cama con su madre?", ha preguntado.
Sobre la enfermedad mental, la fiscal ha apelado a la diferencia entre psiquiatra, que "intenta curarla", y médico forense, "que dice que pasa por la mente de un sujeto". "Debo creer menos en los testimonios que se basen solo en lo que dice la acusada, porque tengo una prueba de simulación", ha dicho la fiscal, que considera que "hay premeditación", "consciencia plena" de lo sucedido y "simulación de síntomas", además de un "único informe de imputabilidad" que apunta a que no "hay conexión" entre su enfermedad mental y los hechos.
La defensa pide ingreso psiquiátrico
Frente a la petición de prisión permanente revisable de las demás partes, la defensa de Ana Sandamil pide que sea ingresada en un centro penitenciario psiquiátrico, dado que "tenía sus facultades mentales muy alteradas" en el momento de los hechos.
El abogado defensor ha asegurado que tanto los psiquiatras y psicólogos que la trataron tras los hechos en el HULA como la psiquiatra de prisión han avalado el estado de "psicosis" y la "amnesia disociativa", algo que "no se puede comprobar que no sea así", ya que las pruebas psicométicas "solo dan sospechas, no certezas".
"A juicio" de los médicos clínicos que la trataron, ha añadido el letrado, la acusada "decía la verdad" y "la enfermedad psicótica está ahí". "A estas alturas nadie lo niega. Solo nos queda la enfermedad mental como explicación a la muerte de la niña".