Las conserveras gallegas, preocupadas por la falta de aceite de girasol: “Solo hay para tres semanas”


El 70% del aceite de girasol que llega a España procede de Ucrania
Las industrias alertan de podría agotarse en menos de un mes
La alternativa sería el de oliva, lo que encarecerá el precio
La invasión rusa en Ucrania amenaza a las conserveras gallegas. Una de las principales materias primas a la hora de fabricar las conservas es el aceite, de oliva y de girasol, y este último procede, fundamentalmente, de Ucrania.
Con las exportaciones bloqueadas, el sector de la conserva alerta de que es posible que se produzca un desajuste entre la oferta y la demanda en un plazo muy corto de tiempo. “Solo hay existencias para tres semanas, no nos van a reponer y no hay alternativas”, explica Juan José Vicente, director gerente de la conservera Orbe, cuya fábrica se encuentra situada en Pontecaldelas (Pontevedra).
Según explica Juan Manuel Vieites, secretario general de Anfaco (Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos) y presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, el caso de esta conservera pontevedresa no es único. Todo el sector teme quedarse sin aceite de girasol para envasar sus productos en un plazo de entre tres semanas y un mes.
El 70% del aceite de girasol que llega a España procede de Ucrania. Sin embargo, el conflicto bélico ha provocado que se paralicen las exportaciones. “Las plantas de refinado (de aceite de girasol) en Ucrania están totalmente bloqueadas, no hay circulación de buques en el Bósforo y los seguros no cubren los riesgos asociados a una guerra”, manifiesta Vieites.
Se espera que aumente el precio de las latas
La industria conservera española emplea unas 98.000 toneladas de aceites anualmente. La mayor parte de él es de girasol, ya que el 44% de las conservas se enlatan en aceite de oliva y el 56% en el de girasol.
Las empresas han activado planes de contingencia mientras se buscan alternativas en otros mercados. De Bulgaria, por ejemplo, se importa entre un 10 y un 15% del aceite de girasol. En todo caso, no reportaría una producción suficiente para hacer frente a la demanda. “La única alternativa es el aceite de oliva, pero el problema es que también se va a encarecer muchísimo”, advierte Vicente.
En cuanto se acabe el aceite de girasol que tienen almacenado en tanques, en esta empresa pontevedresa se plantean paralizar la producción o, al menos, reducirla. “Aquí se hacen unas 300.000 latas al día y con esta situación va a ser imposible”, sostiene Vicente.

Lo que tiene claro es que todo esto, al igual que también ocurre con otros productos, va a afectar al bolsillo del consumidor. “Ha aumentado el coste de la energía, de los combustibles y ahora si usamos aceite de oliva en lugar del de girasol, nos vamos a ver abocados a hacer una subida. Cada latita valdrá entre un 10 y un 15%” más, vaticina.