De marinero a escritor: el 'renacer' de Manel pasados los 60 años

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Un accidente en un barco mercante retiró a Manel Monteagudo de la mar cuando tenía 22 años
Rozando los 60 años, 'despertó' su vocación como poeta y ha publicado algunos de sus escritos
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A Manel Monteagudo (Noia, A Coruña, 1957) le gusta mucho la literatura. Y ya en la última etapa de su vida se ha decidido a poner negro sobre blanco lo que bulle por su cabeza.
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Actualmente escribe relatos que publica semanalmente en las redes sociales, además de poemas y prosa poética. Tiene publicados tres libros, todos en gallego: Camiño á lagoa dos bardos (2019), Mar e Vento (2021) y De Mariño a poeta (2021). A comienzos del año que viene saldrá el próximo.
El leitmotiv de sus escritos es la mar. Según su relato, en 1979, con 21 años y formado como electricista naval, emigró a Alemania para enrolarse como marino. A bordo de un mercante, atracado en el puerto de Basora (Irak), su vida se fundió a negro.
“Me subí a una escalera y no sé cómo pasó, solo sé que me caí” desde una altura de seis metros, asegura. “Y hasta ahí", el día de su 22 cumpleaños, "puedo contar porque, a partir de eso, ya no recuerdo nada”, sostiene.

Manel dice que pasó 35 años en coma, cuidado por su entonces novia, Conchi. Ante las dudas que suscitaba este relato, 'Todo es mentira' (Cuatro) ha recuperado un artículo de 'La Voz de Galicia' del año 2019, donde se explica que este escritor veterano permaneció 64 días en coma, y no 35 años. Y que estuvo 16 meses ingresado en el sanatorio Modelo de A Coruña, y después 14 meses encamado en su casa. "En situación de amnesia", según justifica José Ramón Ares, el reportero del diario gallego.
Siempre según el exmarino, el 15 de octubre de 2014 despertó despertóinopinadamente y se encontró con dos hijas ya adultas y "una mujer con el pelo canoso que se tiraba encima de mí, llorando", que era Conchi. Y que al ponerle delante un espejo, vio "a un hombre viejo, con barba y pelo blanco. No me reconocí”, ha relatado.
“Nunca aprendí mecanografía pero, poco a poco, utilizando únicamente el dedo índice de la mano derecha, fui escribiendo poemas dedicados a mi familia”, cuenta. En la Navidad de 2015, su hija mayor lo sorprendió con un autoeditado que recogía todas aquellas piezas que había escrito.

Y ahora, a los 65 años, se ha propuesto escribir una autobiografía autobiografíacon sus recuerdos.