El fuego avanza sin control en la Ribeira Sacra: 700 hectáreas quemadas y peligro para las casas

El municipio de Ribas de Sil (Lugo) es el más afectado por los incendios que están asolando la Ribeira Sacra. El domingo comenzaba un fuego en la parroquia de Nogueira que lleva quemadas 140 hectáreas y todavía permanece activo.

Pero este lunes se declaraba otro en el mismo ayuntamiento que ha arrasado hasta ahora 500 hectáreas. Lo más peligroso es que avanza en dirección a núcleos de casas, por lo que la Consellería de Medio Rural ha solicitado que se active la situación 2, por la proximidad del fuego a la parroquia de Rairos. También el lugar de Margaride está en alerta, por la cercanía de las llamas. Los vecinos ven cómo sus pueblos están rodeados de humo y de coches de bomberos. Vigilan preocupados la evolución de los incendios por si tuvieran que llegar a desalojar sus casas.

Este es el segundo incendio registrado en Ribas de Sil en las últimas horas y comenzaba este lunes a las 12:47 horas. En poco tiempo las llamas se propagaban y la superficie quemada se multiplicaba. El fuego incluso ha logrado cruzar el río y afecta ya también al concello limítrofe de Quiroga (Lugo).

La virulencia de las llamas es tal que ha sido necesario cortar la carretera en algunos momentos a lo largo de la tarde. La circulación tuvo que interrumpirse en la N-120, entre los kilómetros 494 y 487, por la proximidad de las llamas y porque el humo dificultaba mucho la visibilidad.

También ha tenido que suprimirse el servicio ferroviario en la zona. El Regional Express que circulaba entre Vigo y Ponferrada se ha cortado en Monforte de Lemos (Lugo) debido a que las llamas llegaron muy cerca de las vías. Los viajeros serán transbordados por carretera hasta su destino.

La intensidad de los dos incendios es tal que la ciudad de Lugo, situada a más de 100 kilómetros, estaba este lunes cubierta por el humo. Las rachas de viento del sur han llevado cenizas y olor a quemado hasta la capital de la provincia.

En las tareas de extinción participan catorce helicópteros, ocho aviones, seis motobombas, quince brigadas, cuatro agentes y cuatro técnicos. La actuación de los medios aéreos es fundamental por la complicada orografía de la zona, con grandes pendientes. Además, se ha solicitado la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Pero a pesar del importante despliegue, las circunstancias climatológicas hacen muy complicadas las labores de extinción.

Buena parte de la comunidad gallega se encuentra este lunes en riesgo extremo de incendios forestales. Las temperaturas en la Ribeira Sacra, por encima de los 34 grados, no ayudan en la lucha contra el fuego. Tampoco las rachas de viento. El conselleiro de Medio Rural ha asegurado que el foco originario del incendio ha sido intencionado y están investigando para localizar a los responsables. José González ha afirmado que “quien prendió el fuego sabía perfectamente el daño que estaba haciendo”.