De la guerra, a las aulas gallegas: "Los niños ucranianos se han adaptado en un mes a pesar del idioma"

En marzo, un convoy humanitario liderado por el alcalde de Maceda salió hacia la frontera con Ucrania
Regresó con 24 refugiados, madres con niños que huyeron de las bombas
Un mes después Mediaset les ha visitado en la escuela donde están ya muy integrados
75.000 ucranianos han conseguido regularizar ya su situación en nuestro país. La mayoría son madres con niños que han tenido que adaptarse en muy poco tiempo a nuestro idioma y a nuestra cultura.
En la localidad gallega de Maceda un puñado de estos pequeños llevan ya un mes integrados en la escuela del municipio. Ulania y Nastia son dos de estas niñas. La barrera idiomática es el principal problema, pero se supera con el cariño infinito de sus nuevos amigos y con la ayuda de la tecnología. Cuando les resulta difícil comunicarse echan mano de una aplicación móvil de traducción simultánea para hacerse entender. No es, dicen los profesores, la situación ideal, pero confían en que las circunstancias mejoren. "Aprenden muy rápido. Se han adaptado en apenas un mes", apuntan.
Las pequeñas solo tienen tres años. Salieron de Irpin, a las afueras de Kiev, cuando las bombas estaban destruyendo su barrio. Ahora, a casi 4.000 km del que fuera su hogar, han empezado una nueva vida.
Un caso parecido al de Eugene, de 9 años, que llegó en la misma caravana solidaria organizada por el Ayuntamiento de Maceda. Al principio "casi no se atrevía a hablar con nadie. Era muy tímido", recuerda unos de sus compañeros de clase. Pero en un mes muchas cosas han cambiado. Está feliz con sus nuevos amigos, que le arropan todo el tiempo porque saben que en Ucrania ha dejado a parte de sus seres queridos. Ahora ellos son su nueva familia.