Un juez insiste en que no es delito subir a páginas porno imágenes de mujeres orinando en la calle

Nuevo revés para las más de 80 mujeres que fueron grabadas sin su consentimiento mientras orinaban en la calle durante la celebración de las fiestas de A Maruxaina, en la localidad lucense de San Cibrao. El juez que instruye la causa ha rechazado los recursos y se ha ratificado en su decisión de archivar el caso.

El magistrado Pablo Muñoz Vázquez se reafirma así en la decisión que había dictado el pasado mes de marzo, acordando el sobreseimiento de la denuncia. En aquel momento, ese archivo había provocado una manifestación de las afectadas, que recibieron el apoyo de numerosos colectivos y administraciones públicas.

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Viveiro entiende que como las imágenes fueron tomadas en la vía pública no hay un delito contra la intimidad. Tampoco considera que exista un delito contra la integridad moral, porque “no se aprecia el ánimo tendencial de quebrantar la resistencia física y moral” de la afectadas.

Al menos 87 mujeres fueron grabadas sin su consentimiento con cámaras ocultas. Durante una fiesta popular multitudinaria, con los locales atestados de gente y sin suficientes aseos públicos, fueron muchas las que buscaron lugares discretos para hacer sus necesidades. En uno de los callejones donde orinaron había cámaras ocultas que las grabaron. Después, descubrieron que esas imágenes habían acabado subidas a páginas de contenido pornográfico.

El auto ya ha sido recurrido por la Asociación Mujeres en Igualdad de Burela (Bumei), ante la Audiencia Provincial de Lugo. “Vamos a seguir peleando, vamos a llegar a donde haya que llegar. Esperemos que otro juez sí vea delito, como lo ve la Fiscalía”, afirma Mari Fraga, presidenta de Bumei.

“Nosotras podíamos estar muy ciegas por la indignación que sentíamos y ver un delito donde no lo hay. Pero hemos tenido apoyos de todos los partidos políticos, de la Valedora do Pobo, de la Xunta de Galicia o del Observatorio contra la violencia de género”, añade.

Muchas de las mujeres que fueron grabadas están todavía afectadas psicológicamente. Para ellas fue una pesadilla cuando, casi un año después de que se celebrara la fiesta, se enteraron de que sus imágenes mientras orinaban estaban subidas en páginas porno. “Parece que en la vía pública no hay delitos. Si esto queda impune es un grave precedente. Esta gente se sentirá libre para seguir comercializando con imágenes no consentidas de mujeres”, opinan desde Bumei. “Con esta decisión te sientes vejada, humillada. No te sientes apoyada por la ley, sino desprotegida e indefensa”, protesta Mari Fraga.

En los vídeos se ven perfectamente las caras y las partes íntimas de las mujeres, algunas incluso eran menores de edad. Las mujeres explican que buscaron un lugar discreto y escondido para poder hacer sus necesidades. Y viendo las imágenes han llegado a la conclusión de que había cámaras estratégicamente escondidas hasta en tres sitios diferentes. “Lo tenía muy estudiado y se está lucrando con esos vídeos”, se queja una de las víctimas.

Lo peor es que conseguir que se eliminen esas imágenes es misión casi imposible. Con la ayuda de la Valedora do Pobo consiguieron retirar algunas, pero muchas webs son de otros países y es muy complicado seguir el rastro.