Piden la nulidad del despido de una trabajadora viguesa que sufrió acoso laboral tras su embarazo

Sus problemas comenzaron cuando se quedó embarazada por primera vez
La mujer había ganado en 2019 un juicio contra la empresa por acoso laboral
Ahora, tras acabar el periodo de reducción de jornada, la han despedido
Una trabajadora viguesa que fue acosada laboralmente después de quedarse embarazada ha sido despedida el pasado mes de marzo cuando su hijo cumplió 12 años, fecha en la cual ya no puede seguir disfrutando de una reducción de jornada.
Según explican desde el sindicato CIG, han presentado una demanda ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) reclamando la nulidad del despido, ya que la trabajadora había ganado en 2019 una denuncia de acoso laboral y, tras acabar la reducción de jornada este año, la han despedido.
Los problemas comenzaron con su primer embarazo
Según explicó la propia afectada, todo comenzó cuando le comunicó a su jefe que estaba embarazada de su primera hija. "Lo primero que me dijo fue: 'Bueno, tú conoces tus responsabilidades y yo las mías", aseguró la mujer, según recoge la CIG.
Pese a que, según ella, el acoso comenzó con el primer embarazo, se agravó dos años después, cuando decide ser madre por segunda vez. Entonces le cambiaron el horario y le obligaron a hacer las cinco horas de reducción de jornada de forma partida. "Para mí era imposible, porque precisamente cogí la reducción para trabajar solo de mañana y poder atender a mis hijos por la tarde. No me daba tiempo a comer ni a cuidarlos, por lo que acabé con un estrés enorme y con ataques de ansiedad y tuve que coger la baja", denuncia la mujer.
Asegura que desde que se quedó embarazada por primera vez tuvo que aguantar "de todo" por parte de la empresa. Según relató, cuando volvió de su baja de maternidad la persona que la sustituía se quedó en su puesto y ella fue enviada a un cuarto que antes se utilizaba como almacén "en el que colocaron una mesa, el ordenador más viejo de la empresa y un teléfono portátil que dejaban o quitaban dependiendo de si hacía falta o no". Incluso le llegaron a proponer que dejase la empresa de forma voluntaria.
El Tribunal Supremo condenó a la empresa en 2019 por acoso laboral
En 2019 el Tribunal Supremo confirmó la multa de 20.000 euros impuesta por la Inspección de Trabajo a la empresa en la que trabajaba, reconociendo el acoso laboral vivido entre los años 2008 y 2010, pese a que ella asegura que la situación continuó más de diez años "de forma más relajada, aunque no cambió sustancialmente".
Sin embargo, pese a esta resolución, el pasado 10 de marzo recibió la notificación de despido disciplinario con efectos para ese mismo día. Ella niega haber incumplido cualquiera de sus obligaciones contractuales. Por todo ello, la CIG ha anunciado que llevará a cabo este jueves, día 28 de abril, una concentración delante de la sede del SMAC de Vigo a las 11,45 horas en protesta de la acción de la empresa.
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