Primitivo, el guardia civil que salvó a la bebé del carrito en Rianxo: “No soy un héroe, ayudo a la gente”


Primitivo Aliste cuenta cómo rescató a la niña que iba dentro del carricoche que se precipitó por una cuesta de esta localidad coruñesa
“Me eché a correr sin ni siquiera mirar si venía algún coche por la carretera”, cuenta sobre su rápida actuación
Primitivo se ha convertido en la persona más famosa de Rianxo (A Coruña). Son muchos los que lo paran por la calle. Los que quieren trasladarle sus felicitaciones. Él es el agente que salvó al bebé que iba dentro del carrito que se precipitó cuesta abajo por una calle de este municipio.
Es sargento de la Guardia Civil en esta localidad coruñesa y se encontraba a las puertas del propio cartel cuando ocurrió el incidente. Cuenta que estaba despidiendo a dos jóvenes que habían acudido a las dependencias cuando, de repente, uno de ellos dijo lo siguiente: “Se va el carrito”.
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Primitivo no se lo pensó. Sin saber aún bien lo que ocurría exactamente, salió disparado hacia el carricoche. “Me eché a correr sin ni siquiera mirar si venía algún coche por la carretera. Fue un impulso, un acto reflejo”, cuenta Primitivo Aliste.
Conforme ganaba metros, Primitivo fue consciente de que dentro del carrito había un bebé cuya vida corría peligro. “El miedo que tenía era que el carricoche llegara al final de la calle, de unos 100 metros de bajada, y chocase contra el edificio que hay justo al final”, reconoce.
40 metros en seis segundos
Como si de un velocista mundial se tratase, Primitivo recorrió 40 metros en apenas seis segundos. Su velocidad permitió ganar a la que cogía el carrito conforme bajaba por la pendiente. “Gracias a Dios salió todo bien”, dice. Porque, al final, lo que pudo ser una tragedia quedó en un susto. Primitivo pudo parar el carricoche, ver que ese bebé era una niña de poco más de un año y devolvérsela sana y salva a su familia.
Como muestran las imágenes que grabó la cámara de seguridad del propio cuartel, la abuela, quien estaba a cargo de la niña en ese momento, había aparcado el carrito frente a una farmacia. “En las imágenes se aprecia cómo activa el freno”, recalca Primitivo. Sin embargo, por algún motivo, ese freno se desactivó y el carrito emprendió la cuesta abajo con la niña dentro. Tanto la niña como su familia no eran vecinos de la localidad, habían venido de fuera a pasar unos días con motivo de las fiestas patronales de la Guadalupe.
Primitivo es considerado un héroe por muchos vecinos de Rianxo. Pero él no quiere oír esa palabra. “No soy un héroe, yo simplemente ayudo a la gente que lo necesita”, recalca humildemente. Rianxo tiene un nuevo ángel. No de la guarda, sino de la Guardia Civil.