San Xoan del Río, el pueblo de la España vaciada que renace con refugiados ucranianos

Los longevos vecinos de San Xoan del Río (Ourense) miran corretear contentos a varios pequeños. Los abuelos- San Xoan es el pueblo más envejecido de Galicia- sonríen porque hay vida, los niños ríen porque han huido de la muerte en su país, Ucrania.

El pequeño Bordán, de 4 años, da patadas a una pelota en el prado frente a la que es su casa desde hace una semana. Arina, otra pequeña posa sonriente ante la cámara. Son dos de los nueve niños ucranianos que han llegado hasta San Xoan. En total son cinco familias. Mujeres y niños. Solo han venido dos hombres.

Las familias de refugiados, en su mayoría con niños, suponen un soplo de aire fresco para los pueblos de la España vaciada.

"Muy longeva aquí la vida", dice José Miguel Pérez, el alcalde. "Hay poquísimos niños", apostilla otro vecino. En uno de los bares, los jubilados matan el rato jugando su partida. Su apuesta, más bien un deseo, es que los nuevos vecinos se queden. "Que se queden sería muy bueno para el pueblo", confiesa Antonio mientras no pierde de vista sus cartas.

En un local cercano, Érika González, educadora de la Asociación de Mujeres ANEL, enseña a las familias refugiadas nociones básicas de español. "Sa, se, si , so , su", lee Érika en la pizarra. Se ríen. "Eso es. Risa, repetid ri-sa", les dice Érika divertida, mientras nos explica que el objetivo es que se "sientan bien" y aprendan el idioma "a nivel básico para encontrar algún trabajo".

Mientras, algunos de ellos se defienden en inglés. "It's not difficult. It's right", afirma Sofía. De momento viven en unas casas que les han proporcionado. Los vecinos les han traído de todo: ropa, mantas, comida. Los mayores miran con cariño a unos pequeños que han llevado de vuelta las carreras, las carcajadas y la alegría a las calles del pueblo.

En San Xoan del Río hace fresco, los vecinos les enseñan a encender las cocinas de leña. Quieren que noten el calor del pueblo, que se sientan en su casa, una casa en la que les gustaría que se quedaran.

Empiezan a integrarse en una España vaciada que también necesita… desesperadamente...

AMBIENTE GRACIAS

... el calor de las familias...