Tres menores de edad, miembros probados de los Dominican Don't Play (DDP), fueron detenidos el miércoles de madrugada como presuntos responsables de la muerte de un adolescente tras una agresión en la calle Atocha, el pasado 5 de febrero. El grupo V de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid se hizo cargo de la investigación, tomando declaración a varios testigos y realizando un análisis exhaustivo de las imágenes de las cámaras de seguridad de los establecimientos de la zona. La víctima falleció en el acto. Le atravesaron el pecho con un arma blanca, al lado del corazón.
Era Jaime Guerrero Messousi, conocido como 'Pepe'. Tenía 15 años, jugaba al fútbol en Club Deportivo de Móstoles y estaba vinculado a los Trinitarios. Llevaba un machete y una pistola de airsoft. Eran las diez de la noche. La zona estaba llena de gente. Entre ellos decenas de adolescentes que salían de 'Popi', una sesión especial para menores de 16 años. El menor fue abordado en vía pública por varios jóvenes que iban vestidos de negro, con el rostro cubierto y que empuñaban armas blancas mientras le perseguían a la carrera. Tras agredir a la víctima, se camuflaron entre los viandantes y se dieron a la fuga.
Cuatro adolescentes ya habían sido detenidos por este crimen. Uno de ellos era Alejandro Pérez Carmona 'el Pérez', asesinado el 29 de abril en la calle Alcocer, en el distrito madrileño de Villaverde. Recibió una puñalada en el corazón que le costó la vida. También presentaba algunos cortes por la espalda, producidos con armas blancas. Un grupo de unas 10 personas se abalanzó sobre él. Fue una venganza.
Los investigadores lograron identificar a los presuntos autores del homicidio, desarrollando un operativo policial para su localización y vigilancia. En los registros domiciliarios encontraron diversas armas blancas, así como elementos identificativos que les vinculan esta banda juvenil de origen latino.
Los tres pasaron a disposición de la Fiscalía de Menores como presuntos autores de los delitos de homicidio y pertenencia a organización criminal. El fiscal solicitó el internamiento en centros de régimen cerrado para ellos pero el juez dejó a uno en libertad sin cargos y a otros dos en libertad vigilada mientras continúa la instrucción.