La "singular" ópera 'La nariz' llega al Teatro Real con la actuación de Anne Igartiburu


Esta satírica ópera cuenta la historia de un oficial que un día despierta sin nariz y ésta desarrolla una vida propia
En el reparto estará la periodista Anne Igartiburu que ayudará al público a entender la trama y "a poner un poco de orden"
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El Teatro Real estrena el próximo 13 de marzo 'La nariz', de Dmitri Shostakóvich, una ópera que ha sido definida como una obra "de las más singulares de la historia" por el director artístico del coliseo madrileño, Joan Matabosch y que contará con la participación de Anne Igartiburu.
La presentadora de televisión encarnará un papel de periodista que ayudará al público a entender la trama y "a poner un poco de orden". "Ella se apuntó encantada de la vida y pensamos que tenía mucho más sentido que una presentadora de televisión realizase un papel de presentadora", ha explicado Matabosch durante la presentación del montaje.
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Junto al director artístico, han participado en la presentación el director general del Teatro Real, Ignacio García-Belenguer, el director musical Mark Wigglesworth, el barítono Martin Winkler, que encabeza el reparto, y el responsable de la puesta en escena, Johannes Stepanek.
Sin nariz
La obra que contará con un total de siete funciones hasta el 30 de marzo, es una nueva producción del Real, en colaboración con la Royal Opera House, la Komische Oper Berlin y la Ópera Australia. En ella, se podrá ver a un alto funcionario del Estado que una mañana se despierta sin su nariz, símbolo de su identidad, estatus social y poderío sexual.
'La nariz' de Shostakóvich se estrenó por primera vez en 1930 en Leningrado (actual San Petersburgo) aunque posteriormente estuvo prohibida durante 40 años en la Unión Soviética y en 1974 fue recuperada por la Ópera de Moscú. Será la primera vez que se represente en el Teatro Real pero no en España, ya que se escenificó en 1992 en el Real Coliseo de Carlos III de El Escorial.
'La nariz' cuenta con una partitura "endiablada" según el director artístico del Teatro Real. Para el director musical la historia es "absurda, terrorífica y divertida". La composición musical está escrita "sin armonía, solo con ritmo" para representar un mundo sonoro "frío y terrorífico", en el que se intercalan momentos líricos con el canto.
"Estos contrastes representan la gran diferencia entre el ser humano y la sociedad cruel y deshumanizada en la que se inserta. La falta de esa individualidad se representa en la falta de música", han detallado.
Además, Wigglesworth ha elogiado que Shostakóvich hiciese coincidir el "timing" del drama con la música, algo inusual en las óperas del siglo XX porque "se cuestiona si la música está al servicio del drama o el drama está al servicio de la música".
La trama
La historia gira alrededor de un hombre que una mañana se da cuenta de que su nariz ha salido huyendo. Esta pérdida física también supone una falta de "identidad" para el personaje principal.
"Lo mejor de este montaje es que nos presenta a esta persona llena de defectos pero nos hace comprenderlo y todos nos encontramos algo con lo que nos sentimos identificados. El montaje es genial porque simpatizamos con él", ha subrayado el director musical.
En su persecución interactúa con personajes caricaturescos -78 cantados y 9 declamados- que conforman un puzzle onírico de retales de realidad distorsionada, como en una agotadora pesadilla.
Ritmo de película
El reparto, compuesto por 28 solistas que interpretarán a 87 personajes, está encabezado por el barítono Martin Winkler, que interpreta a un hombre "chungo" que se piensa que tiene todo en la vida. "Yo no pienso mucho en el personaje, me limito a interpretarlo. Yo actúo como si fuese un payaso que siempre puede cambiar su identidad", ha comentado.
Sobre la escenografía, de la que es responsable, Barrie Kosky, aseguran que reivindica la libertad surrealista del cuento de Nikolái Gógol en detrimento de la crítica social, explorando la atmósfera onírica y burlesca de la ópera con enorme dinamismo y un ritmo cinematográfico, en el que las escenas se suceden en un marco oscuro, a semejanza de una película.