Fiscalía pide 17 y 19 años de cárcel para dos acusados de matar a un empresario en el Hotel Palace de Madrid

La víctima fue José Ismael Rosado, un estadounidense que estaba de vacaciones en la capital
Para robarle su dinero, los presuntos autores dieron un vino con gran cantidad de éxtasis líquido
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Los dos hombres que fueron detenidos por la muerte de un empresario en el Hotel Westin Palace de Madrid serán juzgados el próximo lunes. Dos meses después de conocerse el extraño fallecimiento, la Policía dio con estos dos sospechosos.
Están acusados de los delitos de homicidio, robo con violencia y estafa continuada. La Fiscalía pide 17 años y medio de cárcel para M.V.P. y 19 años y tres meses para M.C. En el caso del segundo solicita que sea expulsado de España diez años cuando cumpla la parte de la pena prevista en la ley.
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El Ministerio Público también solicita a ambos que indemnicen a la madre del fallecido con 100.000 euros y a su hermana con 50.000. Los hechos ocurrieron el 29 de octubre del 2021, sobre las cinco de la madrugada.
José Ismael Rosado, residente en Miami, estaba de vacaciones en la capital española y conoció a los dos individuos. Uno de ellos era un marroquí que residía ilegalmente en España y que había sido condenado tres veces por robos con violencia. El otro era rumano, con nueve detenciones previas.

Resulta que la víctima, de 42 años y origen puertoriqueño, era exconsejero delegado de Hijos de J. Barreras, el mayor astillero privado español. Los acusados actuaron presuntamente con intención de quitarle el dinero que tenía en el banco.
Según el relato fiscal, tenían el "ánimo de causarle la muerte o asumían esa posibilidad" cuando le ofrecieron vino al que habían añadido GHB (éxtasis líquido) "en dosis muy superiores a las normalmente toleradas".
Murió por intoxicación letal
Los tres subieron a la habitación que el empresario tenía alquilada en el hotel y allí ocurrió todo, sin que Rosado se percatase de que le habían echado la droga. Esta triplicaba la cantidad tolerable por el cuerpo humano.
Por tanto, murió al sufrir una depresión respiratoria debida a una intoxicación letal. Su cadáver fue hallado al día siguiente, sin signos de violencia, por lo que se pensó en un principio que podría ser una muerte natural.
Pero después los investigadores descubrieron que no se trataba de eso. Cuando "aún se encontraba inconsciente", los dos hombres se apoderaron de su teléfono, tableta y de dos tarjetas bancarias, según continúa el fiscal.
Luego salieron e intentaron sin éxito sacar dinero con ellas. También compraron tabaco y otros efectos en establecimientos de Móstoles, lo que precisamente permitió a los agentes dar con ambos sospechosos del suceso. Finalmente fueron arrestados en diciembre.