La queja de Ayuso a Sánchez por el Metro de Madrid: la factura de la luz se multiplica por siete


La factura de electricidad anual del Metro en 2020 fue de 49 millones
El Gobierno regional calcula que este año puede alcanzar los 268 millones
El incremento del precio de la electricidad tiene un caso peculiar en el Metro de Madrid, que da servicio diario a dos millones de personas. "¿Qué hago, subo el precio del transporte a los ciudadanos", se preguntó la presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso, durante una entrevista este martes en Telecinco.
La Comunidad de Madrid lleva meses pidiendo ayuda al Gobierno "para hacer frente al gasto del Metro" y pide reorientar los fondos europeos para este servicio. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha anunciado que el próximo 29 de marzo bajará el precio de la electricidad, junto con el de las gasolinas y el gas, aunque no ha especificado cómo ni cuánto, por lo que no se sabe en qué medida podrá contentar la reivindicación madrileña sobre el Metro.
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De 120.000 euros diarios a 830.000
Ya en diciembre, ante el encarecimiento de la electricidad, Madrid avisó de que había tenido que hacer frente a un gasto extra de 30 millones de euros para mantener el transporte público. El suburbano pasa por ser un medio limpio de transporte, pero hace un consumo intensivo de electricidad.
El consejero de Transportes, David Pérez, aseguraba a finales de 2021 que el gasto diario en electricidad del Metro había pasado de 120.000 euros a 260.000. Poco más de tres meses después, ese gasto, según las cifras del consejero, se ha disparado aún más. Pérez asegura que ya se superan los 830.000 euros diarios. Se ha multiplicado por siete.
El Metro de Madrid consume 600 millones de kilovatios al año, tanto como 160.000 familias, según explicó Pérez en una tribuna en El Mundo.
En 2020, la factura de electricidad fue de 49 millones de euros; en 2021, de 88 millones y la previsión del ejecutivo regional es que en 2022 pueda alcanzar los 268 millones de euros.
Lo que pide la Comunidad de Madrid es un fondo de compensación para todos los servicios españoles de transporte público, aunque no lo reclama sólo para los que consumen electricidad, también para los autobuses que utilizan gas.