Espías, actrices y modistas, o cuando Madrid se convirtió en la capital de la Moda


La exposición 'En Madrid. Una historia de la moda' recorre 30 años de trajes, sastres y glamour hollywoodiense en la capital
Desde Ava Gadner , hasta las 'Siras' de la época. Costureras y modelos llevaron a la capital a ser el centro de la moda en los años 40
La muestra reúne casi 120 fotografías y trajes de Pertegaz o Balenciaga
En el Madrid de la posguerra no se daba puntada sin hilo. Espías alemanes y británicos se cruzaban en la calle de Alcalá con jóvenes costureras, que trabajaban de sol a sol en talleres madrileños. Igual remendaban una camisa más que sobada, como daban forma a un diseño de Pertegaz. El hambre y el lujo se miraban sin rozarse.
Patronistas, bordadoras, planchadoras y hasta sombrereras. Todas ellas aparecen reflejadas en la exposición "En Madrid. Una Historia de la moda, 1940-1970", que se puede ver hasta el próximo 22 de mayo en la Sala El Águila y organizada por la Comunidad de Madrid.
"Nunca pensamos que en la época de posguerra había esta moda en Madrid, porque fue una época muy dura", afirma uno de los visitantes a la muestra. En las paredes, el Madrid del Embassy y el del Rastro. Las jóvenes que sueñan con vestidos de noche y solo los cosen. Y las que se los ponen, las damas de alta sociedad, modelos y actrices. Todas, en un Madrid con hambre pero que atrae a astros de la moda, como Balenciaga.
El modisto regresó a España al estallar la II Guerra Mundial. Su fama vino con él y Hollywood, también. El de Guetaria no fue la única aguja privilegiada en regresar del exilio.

De Pertegaz y Ava Gadner, al prêt à porter
La exposición recorre treinta años de una industria, la de la moda, floreciente en la capital tras la guerra civil. Se pueden ver 118 fotografías en su mayoría inéditas, y 76 piezas de vestuario de diseñadores conocidos, como Elio Berhayer. También curiosidades como una cartera de piel para bebidas propiedad de la mismísima Ava Gadner.

Los grandes creadores tienen en el Madrid de los 40 hasta los 70 unos talleres, que dan trabajo a decenas de costureras. A algunas les fue tan bien, que lograron abrir sus propias casas de confección. "Eran cientos los modistos que había en Madrid en esa época", asegura la comisaria de la exposición Esperanza G.Claver.
Como la mítica Casa Marbel, cuyos desfiles benéficos incluían banquetes. Tan de moda estaba Madrid, que hasta la mismísima Duquesa de Alba, posaba junto a un jovencísimo Yves Saint Laurent. Cayetana Fitz-James abrió su en su Palacio de Liria para celebrar un desfile de Christian Dior.
Con los años, las modas se democratizaron y el prêt à porter revolucionó la industria. La Alta Costura pierde fuelle. Pero su legado en Madrid se puede ver en la Sala El Águila hasta el 22 de mayo.