Las cámaras de seguridad de un local situado junto a la discoteca Kapital de Madrid captaron la secuencia. Apenas dura unos segundos: varios chicos bajan corriendo por la calle Atocha y pasan por delante de la puerta, sorteando a decenas de adolescentes que acaban de salir de una sesión para menores. Detrás van otros tres, que vigilan los alrededores. Son todos muy jóvenes, visten de negro y de rojo, los colores con los que se identifican los miembros de la banda juvenil de origen latino Dominican Don't Play (DDP).
Llevan el rostro y la cabeza cubiertos con gorras y capuchas. Unos segundos después, vuelven a subir la calle corriendo pero regresan. Les persigue un chico, que empuña en la mano un machete de 60 centímetros de largo. A su paso va dejando un reguero de sangre. Acaba tambaleándose y cayendo al suelo junto a la salida de emergencia.
Había recibido una profunda cuchillada en el pecho. Uno de los responsables del local pide prestado un desfibrilador al hotel que hay al lado. Comienzan a hacerle la reanimación cardiopulmonar. Media hora después muere. Era Pepe, de 15 años. Jugaba al fútbol en el club deportivo de Móstoles. Llevaba un tiempo simpatizando con los Trinitarios. La Policía Nacional pudo comprobar que además del machete portaba una pistola de airsoft, que dispara bolas de plástico.
Ahora buscan a los autores. Creen que la reyerta se originó tras varios enfrentamientos previos y que pudieron concertarla a través de las redes sociales. Varios testigos aseguran que había mucha gente en la zona porque sabían que iba a haber una pelea. Pepe ya había sido detenido en varias ocasiones por robo con violencia. Han solicitado las imágenes grabadas por las cámaras del Ayuntamiento de Madrid y de todos los establecimiento que hay en la zona.
Una hora y media más tarde, Diego Fernando López Chadavid era asesinado en un parque del distrito de Usera. Tenía 25 años. Era español, de origen colombiano. También le acuchillaron cuando estaba con un grupo de amigos. Dos jóvenes fueron detenidos por su presunta relación con este homicidio, un español y un ecuatoriano. Ahora habrá que determinar el grado de implicación de cada uno. El fallecido tenía antecedentes por amenazas, hurto y tenencia ilícita de armas.