22 años de cárcel por apuñalar y retener a su ex en Leganés hasta intervenir los GEO


El Tribunal Supremo ha confirmado la pena para un hombre por delitos de amenazas graves, detención ilegal, lesiones y daños leves
Con un cuchillo, atacó y retuvo a su expareja en una casa de Leganés (Madrid) hasta que los GEO entraron y lo redujeron
La Audiencia de Madrid le impuso también la expulsión de España y el Supremo la mantiene por la "intensidad" del ataque
La condena de 22 años y ocho meses de prisión para un hombre ha sido ratificada por el Tribunal Supremo por delitos de amenazas graves, detención ilegal, lesiones y daños leves. Retuvo y apuñaló a su expareja en una vivienda de Leganés (Madrid).
En una sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, El Mehdi H., los magistrados confirman también que debe pagar una indemnización de casi 20.000 euros a la mujer, una multa de 360 euros y la prohibición de acercarse a la víctima y los hijos de ésta a menos de 500 metros. Así durante el tiempo fijado de cárcel.
Retención durante horas y rescate de los GEO
Los hechos se remontan al 14 de octubre de 2019, aunque la relación entre acusado y víctima había comenzado al poco de entrar él a vivir en la casa de ella. Vivía allí con sus hijos y le alquiló una habitación, pero la convivencia se rompió meses antes del suceso.
En torno a las 07:10 horas de la mañana, el condenado fue ese día hasta la vivienda. Al comprobar que ella había pasado la noche con otra persona, El Mehdi H. arremetió contra ambos, mientras esperaban al ascensor.
Utilizó un cuchillo de cocina de 16 centímetros de hoja y una pistola de aire comprimido, "inoperante" para disparar por la rotura de una pieza. Los amenazó de muerte, mientras que el acompañante de la mujer le plantó cara y pudo esquivar una cuchillada en el estómago.

"Después, el acusado consiguió hacerse con las llaves de la vivienda", entró y mantuvo retenidos unas horas a la mujer y a los hijos de ésta, bloqueando con un mueble de "gran tamaño" la puerta. En ese tiempo le dio tirones de pelo, golpes e intentó varias puñaladas que ella pudo evitar, salvo una en el costado.
Los GEO tuvieron que intervenir con un ariete para poder entrar a la casa, donde a mediodía liberaron a los menores y redujeron al hombre con una descarga eléctrica de una pistola Taser, después de minutos de tensión en los que la mujer aprovechó un despiste para soltarse.
Expulsión de España y alegación de que iba drogado
Aparte de la pena de cárcel, la Audiencia Provincial de Madrid le impuso que cuando hubiera cumplido las tres cuartas partes de la condena o conseguido el tercer grado penitenciario, sería expulsado de España. Tendría la prohibición de volver en 10 años. La sentencia lo absolvía de intento de homicidio.
Sin embargo, el TSJM estimó parcialmente el recurso presentado por el acusado y eliminó ese punto de la expulsión como castigo sustitutivo de la pena privativa de libertad. En su recurso, argumentó que las lesiones causadas a la ex eran leves y no conllevaron "riesgo vital". Pero ahora el Supremo no comparte esa decisión judicial por la "intensidad" del ataque: "Hizo creer" a la mujer "que iba a morir".

El condenado alegaba incluso que había reclamado varias veces someterse a una prueba para evidenciar su toxicomanía, pero que no se hizo a tiempo y ello le produjo una indefensión. Según él, el día de los hechos tenía anuladas o limitadas sus facultades mentales a raíz de haber consumido alcohol, chocolate, cocaína y éxtasis.
Los magistrados responden que se le ofreció ser examinado por un médico, pero su abogado tardó cuatro días en pedir el chequeo. Si no se hizo "de manera inmediata", precisan, "fue porque ya había optado por cortarse el pelo en el servicio de peluquería" de la cárcel. Esto obligó a retrasar el análisis de su cabello hasta casi un año más tarde, cuando los restos de ingesta de drogas habían desaparecido.