Caso Marta Calvo: juicio al presunto asesino en serie de la ‘fiesta blanca’

La joven de 25 años desapareció en noviembre de 2019 tras haberse citado por una aplicación con el acusado, Jorge Ignacio P.J, en la localidad de Manuel
El acusado se entregó a las autoridades y confesó haber descuartizado a Marta Calvo y haber esparcido sus restos en diferentes contenedores de basura de la zona
La Fiscalía pide para él una condena de 130 años por el presunto asesinato de Calvo y otras dos mujeres, Lady Marcela Vargas y Arliene Ramos
La Ciudad de la Justicia de Valencia acoge a partir de este lunes, 13 de junio, el juicio por la desaparición y asesinato de Marta Calvo. La joven de Manuel desapareció en noviembre de 2019 tras una cita con Jorge Ignacio P.J, quien será juzgado por más de 30 delitos, todos ellos graves, y el asesinato de otras dos mujeres, Lady Marcela Vargas y Arliene Ramos.
Las sesiones contra el presunto asesino en serie se prolongarán durante cinco semanas, según el calendario previsto, hasta el próximo 8 de julio. La Fiscalía pide para él una condena global de 130 años e indemnizaciones que se elevan a 340.000 euros.
MÁS
Claves de la desaparición Marta Calvo
La joven de 25 años desapareció en la madrugada del 7 de noviembre de 2019, cuando acudió a una cita con su presunto asesino, Jorge Ignacio P.J, en la localidad de Manuel (Valencia), tras quedar por una aplicación de citas. Una vez allí, envió la ubicación desde el móvil a su madre, algo que solía hacer para que supiese donde se encontraba.
Dos días después, el 9 de noviembre, y tras no tener noticias de Marta, su madre, Marisol Burón, se presentó en la ubicación que le había enviado su hija. Allí habló con Jorge Ignacio P.J, quien le negó que conociera a la joven. Después de este episodio, Burón fue a presentar una denuncia por desaparición. El acusado huyó tras esta conversación.
La noticia de la desaparición de la joven valenciana se difundió rápidamente en los medios de comunicación y, durante los días posteriores, se la buscó incansablemente, en todos los lugares en los que podría encontrarse. Mientras, se desarrollaba la investigación, en la que se llegó a registrar la casa del presunto asesino, y al parecer se detectó un fuerte olor a lejía.
La confesión de Jorge Ignacio P.J.
Justo 21 días después de la desaparición de Marta, el 4 de diciembre de 2019, su presunto verdugo se entregó a las autoridades en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent (Valencia).
En su primera declaración ante los agentes contó que la desaparecida y él habían mantenido relaciones sexuales consentidas y ambos había consumido cocaína. Además, declaró que, en un momento dado, la joven había fallecido y él, asustado, decidió descuartizarla y repartir sus restos por diferentes contenedores de basura de la zona.
Jorge Ignacio P.J aseguró que no se había presentado antes ante los cuerpos y fuerzas de seguridad por miedo, ya que contaba con antecedentes penales en Italia, donde fue detenido cuando transportaba en un vehículo nueve kilogramos de cocaína. En España también había sido interrogado anteriormente por la muerte de una trabajadora sexual en el barrio de Ruzafa, con la que también mantuvo relaciones y consumió drogas. Dos hechos de los que la policía ya tenía constancia.
Otros casos similares
Más tarde, y tras varios intentos sin éxito de los agentes por localizar los restos de Marta, acompañados incluso del acusado y siguiendo sus indicaciones, los investigadores averiguaron que Jorge Ignacio P.J acostumbraba a introducir cocaína en los genitales de sus víctimas sin que éstas fueran conscientes de ello.
Un hallazgo que fue posible tras las declaraciones de varias mujeres que también habían mantenido relaciones sexuales con el descuartizador confeso de Calvo, pero que habían sobrevivido.
Este 'modus operandi', conocido como ‘fiesta blanca’, es el que habría empleado con la joven Marta Calvo la noche que desapareció en Manuel, y que pudo haberle provocado una sobredosis inducida que le causara la muerte.
Tres años después de los hechos, a partir de este lunes 13 de junio, comenzarán a dilucidarse todas las incógnitas y cuestiones que rodean este caso. El juicio, con jurado popular, espera la presencia de más de un centenar de testigos, entre ellos la madre del acusado, y otros tanto peritos, citados por las acusaciones.