Suspenden el desahucio de 30 personas en situación vulnerable en la Font d'en Carròs

Negocian con la Sareb para evitar el desahucio de 30 personas en la Font d'en Carròs
La Conselleria de Vivienda ha alcanzado un acuerdo con la sociedad Sareb para paralizar el lanzamiento
Esperan poder llegar a una "solución" definitiva para las familias que iban a ser desalojadas el martes 6 de septiembre
La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha suspendido temporalmente el desahucio de 30 personas de un edificio de la Font d'en Carrós (Valencia).
Las familias, en situación de vulnerabilidad, iban a ser desalojadas el martes 6 de septiembre y la Conselleria de Vivienda de la Generalitat Valenciana negociaba su paralización. Finalmente lo ha conseguido.
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Ahora a buscar una "solución" definitiva
Ambas partes han alcanzado un acuerdo con la también vicepresidencia segunda. Según ha explicado la Sareb a Europa Press, se suspende el lanzamiento por un periodo de 60 días, con el fin de "revisar plazos y la situación".
Igualmente se da "tiempo" para negociar con la administración valenciana y así poder llegar a una "solución" definitiva. El secretario autonómico de Vivienda y Función Social, Alejandro Aguilar, ha apuntado que es "una excelente noticia".

El aviso de desahucio llegó hace varios meses y desde entonces, los servicios sociales municipales han trabajado para realizar informes sobre los vecinos y encontrar alternativas habitacionales para ellos.
En el acuerdo para la suspensión también se ha planteado la compra de las viviendas por parte del Ayuntamiento, a través del plan ADHA de la Conselleria. Se trata de un programa de ayudas a los municipios para la adquisición y mejora de viviendas.
"Convencidos" de llegar a "buen puerto"
La dotación de la actual convocatoria es de ocho millones de euros, de los cuales cuatro proceden de fondos estatales y otros cuatro de la Generalitat. Este plan subvenciona la compra directa por emergencia habitacional o los concursos públicos de adquisición.
Pese a que desde la administración estaban "convencidos" de que las negociaciones llegarían "a buen puerto" en el caso del edificio de la Font d'en Carròs, los afectados no escondían su incertidumbre: "Estamos en un sinvivir", admitían.
En declaraciones a Europa Press, una de las vecinas, Lilyan Noya, contaba que no tenía adonde ir si la obligaban a irse de la casa. Aquí vive desde hace dos años con su marido y lo que ingresan no les da para pagar un alquiler.