Almuerzan con el agua por los tobillos en medio de la Dana en Benaguasil: "El bocata era de tortilla de patatas, como para dejarlo"


Álvaro y su padre decidieron seguir almorzando a pesar de que el agua comenzaba a inundar el bar
Tras dar buena cuenta de los bocadillos tuvieron que salir del local por la ventana
Al llegar al coche se encontraron que el vehículo había sufrido daños por el temporal
Como hacen casi a diario, Álvaro y su padre, Pedro, acudieron el sábado a almorzar al bar Trosky, en Benaguasil (Valencia). A esa hora empezaba a llover.
Sin embargo, lo primero es lo primero, y en Valencia el almuerzo es sagrado. "Salimos de casa y cuando entramos el bar estaba bien y pedimos los bocadillos", cuenta Álvaro. Pero en cuestión de minutos, la situación cambió y el agua comenzó a colarse en el interior del local. "Fue entonces cuando nos trajeron los bocadillos. Eran de tortilla de patata con ajoaceite, como para dejarlos, por eso decidimos quedarnos", explica el joven.
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Todo con el consentimiento de José, el propietario del establecimiento. "Les pregunté que querían hacer. Son amigos y casi familia. Dijeron que querían acabar de almorzar y por nosotros no había ningún problema", señala.
Como ya habían anunciado las previsiones, una Dana comenzaba a dejar fuerte precipitaciones sobre la provincia de Valencia, donde se registraron más de 200 litros por metro cuadrado.
Con el nivel subiendo poco a poco, José decidió cerrar la persiana y la puerta y comenzar a achicar agua, mientras sus clientes daban buena cuenta de los bocadillos. "Hubo un momento que me asusté porque había tanta agua que podía haber un problema eléctrico, pero desconectaron la luz y ya no había peligro", explica Álvaro, que asegura que "mi padre se pidió incluso un café, pero no pudieron hacerlo porque sin electricidad no funciona la máquina".
Con el estómago lleno y la cuenta saldada, padre e hijo abandonaron el bar, eso sí por la ventana. La sorpresa desagradable se la encontraron al llegar al coche. "Una silla, una mesa y un panel publicitario golpearon la parte delantera del coche y dañaron la chapa, pero no era mucho. Aún así mereció la pena el almuerzo", asegura el joven.