El precio de la vivienda nueva sube un 26% en Valencia este 2022 y se espera que siga creciendo


La escalada de precios se produce por la desigualdad entre la oferta y la demanda de vivienda provocada por la escasez de nuevas promociones
El precio medio de alquiler residencial se encuentra en máximos históricos con 1.200 euros mensuales
La Cátedra del Observatorio de la Vivienda insiste en la urgente necesidad de que las administraciones públicas aborden la situación límite
El precio de la vivienda nueva en la ciudad de Valencia ha aumentado un 26% según la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universidad Politécnica de Valencia. Además, para 2023 las previsiones indican que seguirá creciendo a ritmos de casi el 3% trimestral en la primera parte del año.
Al parecer, la escalada de precios se está produciendo por la elevada desigualdad entre la oferta y la demanda de vivienda provocada por la escasez de nuevas promociones, debido al poco suelo disponible en la ciudad y el aumento del coste de las materias primas, entre otras cosas. En el cuarto trimestre de este año, el precio ha subido más de un 50% respecto al mismo trimestre de hace únicamente dos años.
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"Este año ha sido excepcional, el precio de la vivienda ha aumentado un 26%. En 2023 va a seguir subiendo, evidentemente no en esos números, pero seguirá en aumento. No seamos catastrofistas ya que el sector se encuentra con buen estado de salud", ha señalado Fernando Cos-Gayón, director de la Cátedra.
Alquiler en máximos históricos
También se ha analizado la oferta de alquiler residencial en el que su precio medio se encuentra en máximos históricos con 1.200 euros mensuales, superando con creces la media de la cuota hipotecaria en la ciudad.
Ante esta escalada de precios tanto en alquiler como en compra, desde la Cátedra insisten en la urgente necesidad de que las administraciones públicas aborden la situación límite en la que se encuentra el acceso a la vivienda en el mercado inmobiliario valenciano.
Cos-Gayón señala que son "necesarias" políticas que garanticen el acceso, mediante ayudas directas, garantías para las cantidades de entrada a la compra y no financiadas, una buena colaboración público-privada y sostenible y gestión eficaz en el desarrollo de urbanístico. "Sin estas acciones, corremos el riesgo de entrar en una situación de emergencia habitacional", lamenta.