La restauración de la playa de la Malvarrosa prepara el derribo de chiringuitos y arrocerías del Paseo Marítimo


Las primeras licencias son para el derribo de una franquicia de comida rápida y una arrocería del paseo
La reconstrucción de los locales lleva años pendiente debido a retrasos y la pandemia
El nuevo diseño de los establecimientos contempla la eliminación de las terrazas del paseo marítimo
La restauración de la playa de la Malvarrosa de Valencia ha posibilitado que el ayuntamiento de la capital del Turia otorgue las licencias de demolición de algunos locales como chiringuitos o arrocerías del popular Paseo Marítimo. De momento, la Concejalía de Desarrollo Urbano ha dado las primeras licencias para el derribo de dos de estos establecimientos, ubicados en los números 16 y 30 de la calle José Ballester Gozalvo, en el Paseo.
El primero es el local que ocupa actualmente una franquicia de comida rápida, que difiere de la esencia del resto de locales de comida típica valenciana de la playa. El otro establecimiento es una arrocería.
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Las licencias de derribo las ha solicitado un despacho de abogados en nombre de la empresa "Food Malvarrosa Playa" y Hostelería y Servicios Generales. Ambas fueron solicitadas el pasado 7 de noviembre y el servicio de Obras de Infraestructuras dependiente de la Concejalía de Desarrollo Urbano, con Sandra Gómez al frente, la concedió este lunes 26 de diciembre. El promotor de la demolición ya tiene permiso para vallar el entorno de los locales durante las obras.
Bien es cierto que este derrumbe llevaba años pendiente, con el objetivo de poder reconstruir los locales y dotarlos de un diseño que se integrara mejor con el paisaje. Junto con esta remodelación también se espera reformar unas 12 arrocerías del paseo, según el acuerdo vigente desde el anterior gobierno del PP para mantener los negocios de la playa.
Nuevos locales
El nuevo diseño presentado por los hosteleros, al que Costas dio su visto bueno, contempla la eliminación de la terraza del paseo marítimo. Los locales, por contra, ganarían espacio en la cubierta, que se convierte en plana y pisable. Así pues, las terrazas se subirían a la primera planta, que tendría un 80% del espacio al descubierto. La cubierta, por su parte, estará ocupada por instalaciones de energía solar.
Los nuevos locales serán más espaciosos y pasarán de 150 a 200 comensales. En la planta baja se permitirán terrazas cubiertas, bajo porches, en la parte frontal. Se aprovechará la temporada baja para llevar a cabo la reforma, cuyo coste se ha disparado por encima de los 800.000 euros por local.