Encuentra tres ánforas romanas del siglo I en el sótano de su casa de Santa Pola

Utilizadas para el transporte de aceite y salsas, las ánforas de cerámica son posiblemente béticas
Las piezas históricas fueron quizás "adquiridas por un familiar ya fallecido" de la propietaria
Intervienen a dos hombres 350 piezas arqueológicas, algunas de la Edad de Bronce, y 200 restos óseos en Alicante
Una vecina de Santa Pola (Alicante) encontró tres ánforas romanas en el sótano de su vivienda ubicada en la misma localidad, según ha informado el Ayuntamiento del municipio en redes sociales.
En las imágenes que acompañan la publicación se observan las unas piezas históricas de cerámica y que probablemente datan del siglo I. Son posiblemente béticas, de la Época Altoimperial, ha especificado la Guardia Civil de Elche en un comunicado.
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La dueña de la casa comunicó el hallazgo a las autoridades, por lo que el Seprona y el Museo del Mar llevaron a cabo una operación conjunta para recuperarlas, pues así debe procederse con este tipo de elementos.
La Universidad de Alicante ya ha realizado un primer análisis preliminar que ha determinado su origen. Fueron encontradas probablemente en uno de los pecios del litoral y fue la propia ciudadana quien comunicó que fueron "posiblemente adquiridas por un familiar ya fallecido".
Porque la mujer las vio cuando limpiaba el inmueble, que quería ahora poner a la venta. Pensó que las piezas podían tener valor histórico. El día 5 de diciembre los agentes acudieron al domicilio para recoger las tres ánforas de grandes dimensiones.
Especialistas del Museo del Mar de Santa Pola las recibieron para realizar las comprobaciones y verificar así su autenticidad. Este centro se encarga de la recuperación, estudio y custodia del patrimonio de la ciudad.
Ánforas para transportar aceite y salsas
Tras ser estudiadas meticulosamente, limpiadas y restauradas en lo posible, se expondrán al público en el mismo museo. En su mayoría, las ánforas halladas en esta zona eran oleícolas, utilizadas así para el transporte de aceite procedente de la zona bética de la Península y embarcadas en el Portus Ilicitanus, para su traslado a Roma.
Otras también eran utilizadas para llevar vino y salsas de pescado (garum), muy apreciadas por los romanos. Por la morfología que presentan estas tres piezas, podría tratarse de ánforas dedicadas al almacenamiento y transporte de alguno de estos productos.
La Guardia Civil y el Ayuntamiento de Santa Pola han recordado que estas piezas pertenecen al patrimonio histórico de la arqueología subacuática y están protegidas. La Ley 4/98 del Patrimonio Cultural Valenciano establece que las piezas arqueológicas son bienes de dominio público, propiedad de la Administración.
Así, el artículo 65 de esta ley obliga a toda persona que encuentre un objeto arqueológico a comunicarlo a las autoridades tan pronto como se produzca el hallazgo. No hacerlo puede suponer una infracción considerada grave, y castigada con una multa que oscila entre los 60.001 y los 150.000 euros.