Un estudio español sobre bacterias en chicles, premiado por los Ig Nobel Prize: "Ha sido sorprendente y muy útil"


Los investigadores de la Universidad de Valencia y el CSIC analizaron los microorganismos presentes en chicles de todo el mundo
Los resultados del trabajo podrían permitir a los forenses identificar a un criminal por su perfil microbiano presente en un chicle
Estos galardones premian las investigaciones que nos hacen reír y después pensar
Que la ciencia, además de mejorar nuestra calidad de vida, puede arrancarnos una sonrisa, e incluso una carcajada, lo viene demostrando desde 1991 los Ig Nobel Prize, una parodia de los prestigiosos galardones de la academia sueca, que cada año premian a los trabajos científicos más insólitos.
En esta edición, uno de los premios ha recaído en un estudio español realizado por el equipo de Manuel Porcar, investigador del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio), centro mixto de la Universidad de Valencia y el CSIC.
Los editores de la revista de humor científico Annals of Improbable Research han destacado, por su capacidad de hacernos reír y después pensar, en la categoría de 'Ecología', un artículo firmado en octubre de 2020 en Scientific Reports, por Leila Satara, Alba Guillén, Ángela Vidal-Verdú y el propio Manuel Porcar, en el que se analiza la carga bacteriana de los chicles pegados en el suelo en cinco ciudades de todo el mundo.
Now it's official!!! We got an IgNobel prize for our research on bacteria living on wasted chewing gums collected worldwide. No kidding!!https://t.co/EVmFowxC9K pic.twitter.com/z7ZHNpZylf
— Manuel Porcar (@ManuelPorcar1) 9 de septiembre de 2021
Un trabajo cuya publicación había pasado desapercibida, pero que con este galardón ha obtenido una enorme relevancia. "Ha sido sorprendente y muy útil porque nos ha servido para dar a conocer lo que hacemos y la importancia que tiene", señala Porcar.
La investigación, que sin duda invita a la broma, tiene una sólida base científica y ha permitido estudiar por primera vez un hábitat hasta ahora desconocido para la ciencia. "Esto es como cuando vas a estudiar una isla desierta. La bioprospección en hábitats tan chocantes y exóticos no es una chorrada, permite encontrar microorganismos que se pueden aplicar a la industria", explica el investigador, que ya ha caracterizado estas bacterias en otros elementos curiosos como las placas solares o las cápsulas de café.
We had one minute for our acceptance speech of our IgNobel prize, so we ( @LeilaSatari , @NgelaVidal, Alba Guillén and myself) did this...(sorry, The Beatles)👇 pic.twitter.com/HkOlBSwo6H
— Manuel Porcar (@ManuelPorcar1) 9 de septiembre de 2021
De hecho, los resultados del trabajo premiado permitirán desarrollar diferentes aplicaciones biotecnológicas, por ejemplo para los médicos forenses, que podrían identificar a la persona que ha mascado un chicle encontrado en la escena de un crimen gracias a su perfil microbiano, que permanece en el chicle durante meses.
Además, también puede tener importantes usos en bioremediación o descontaminación mediante estos microorganismos.