Los forenses descartan que el presunto asesino de Marta Calvo tenga una enfermedad mental

Los expertos han señalado en su estudio que el funcionamiento intelectual de Jorge Ignacio Palma es "plenamente satisfactorio"
En el informe afirman que presenta rasgos de personalidad antisocial
El acusado presenta contradicciones en la explicación del descuartizamiento de Marta Calvo y destacan la frialdad con la que habla del tema
Los forenses que han examinado a Jorge Ignacio P.J., el presunto asesino de la joven Marta Calvo, desaparecida hace más de dos años en Manuel (Valencia), han descartado que padezca una enfermedad mental y han detectado que tiene rasgos de una personalidad antisocial.
Así se desprende del informe que han remitido los forenses al Juzgado de Instrucción número 20 de València que instruye este procedimiento por la desaparición de Marta Calvo y las supuestas agresiones sexuales a otras mujeres.
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Los expertos señalan que el funcionamiento intelectual general del presunto asesino es "plenamente satisfactorio" al no presentar ningún deterioro cognitivo. "Su lenguaje es apropiado, fluido y coherente, con un ritmo y tono normales, con gran facilidad de palabra", y añaden que "no presenta alteraciones de la percepción ni trastorno del curso ni del contenido del pensamiento. No padece enfermedad mental genuina o psicótica y no padece deficiencia mental". Descartan un trastorno de personalidad.
Los expertos afirman que Jorge Ignacio presenta rasgos de personalidad antisocial, sin que tengan base contrastada para poder afirmar que los mismos resulten desadaptativos hasta el nivel de constituirse en trastorno de personalidad antisocial.
Así mismo, el acusado presenta preservadas sus capacidades cognitivas capacidad para conocer y comprender, y volitivas, capacidad para actuar conforme a dicho conocimiento.
Exponen que en la valoración retrospectiva, a lo largo de su biografía, no ha sido diagnosticado ni, en consecuencia, tratado de ningún trastorno mental; y destacan que ha proporcionado informaciones contradictorias sobre el consumo de cocaína.
Los forenses también aprecian contradicción en la sistemática descrita por Jorge Ignacio con el descuartizamiento de Marta Calvo y les llama la atención la frialdad afectiva con la que describe el proceso. En sus declaraciones siempre ha manifestado que mantuvo un contacto sexual con la víctima en Manuel en noviembre de 2019 y ésta falleció "de forma accidental" en un episodio de relaciones sexuales y cocaína. Tras ello, ha mantenido, descuartizó el cuerpo y distribuyó sus restos por contenedores.
La cocaína solo la utilizaba en relaciones con prostitutas
Durante las entrevistas con los forenses, el acusado ha manifestado que mantenía con todas sus parejas "buenas relaciones" y ha reconocido utilizar servicios de prostitución solo en los periodos en los que no tenía pareja estable.
Al respecto, reflexionaba que es un "círculo vicioso" y consideraba que luego se trastornaba la sexualidad, en el sentido de que se alteraban las relaciones normales. "En estas relaciones, cuando pagas, buscas las chicas que más te atraen, generalmente por su nivel de belleza. Son chicas muy llamativas que difícilmente, alguien como yo, se podría relacionar con ellas sin mediar dinero".
Manifestó a los expertos que el último periodo antes de su detención llevaba una vida "muy desordenada" y utilizaba los servicios con bastante frecuencia, incluso más de una vez por semana.
También mantenía relaciones con amigas y aclaró que con sus parejas no hacía fiestas blancas, que eso era con las mujeres que contrataba. Explicó que en una fiesta blanca la chica te ayuda a conseguir la droga (cocaína), que ella aporta el consumo del cliente. Dijo que las relaciones siempre eran con preservativo, fueran o no prostitutas, y que a veces se ponía una línea de cocaína en el pene.