El mercado negro tras el coleccionismo de animales disecados: "Un kilo de cuerno de rinoceronte vale 50.000 euros"


Los investigadores están a la espera de que el propietario de la colección presente la documentación de cada pieza incautada
Muchos de los animales están incluidos en el Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, aunque puede ser legal
El acusado ha declarado que la colección pertenecía en gran parte a su padre, el empresario valenciano ya fallecido Francisco Ros Casares
La Guardia Civil continúa analizando más de la mitad de los 1.090 animales disecados incautados en la finca de Bétera (Valencia), propiedad de uno de los hijos del conocido empresario valenciano Francisco Ros Casares, que está acusado de un delito contra la protección de la flora y fauna silvestres y otro de contrabando.
Hasta el momento, los agentes han podido determinar que 405 están incluidos en el Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), aunque podrían ser muchos más. Además, varios de los animales ya están extintos como el 'oryx dammah' o en grave riesgo de extinción como el 'addax' o el tigre de bengala.
Los investigadores están a la espera de que el propietario de esta colección, una de las más importantes de Europa y valorada en 29 millones de euros, presente la documentación de cada una de las piezas, clave para determinar la procedencia de los animales y la fecha en la que fueron cazados. "España entró en el CITES en 1.986 y hasta ese momento era legal cazar esos animales", explica Alfredo Pérez, taxidermista de Utiel (Valencia).
Una hipótesis que también apuntan otros expertos. "Las imágenes de estos animales son muy sensibles. No se entiende que se quiera comerciar con animales íntegros o por partes. Muchos de ellos pertenecen al CITES pero no por ello es ilegal su tenencia o su captura. Todo depende de la documentación y es lo que tiene que investigar Guardia Civil", señala Pepa Crespo, portavoz de Bioparc Valencia.
Tráfico de animales
El hallazgo de esta colección ha devuelto a la actualidad de la existencia de un mercado negro que trafica con animales salvajes en peligro de extinción mueve gran cantidad de dinero a nivel mundial. "El problema de todo esto es que hay una importante demanda detrás. Por ejemplo un kilo de cuerno de rinoceronte se paga a 50.000 euros, la misma cantidad que se puede pagar por un kilo de droga", explica Pepa Crespo.
No obstante, cada vez es más difícil comerciar con estos animales, ya que los controles son más estrictos. "Para poder cazar ahora es necesario tener una serie de permisos tanto en el país de origen como de procedencia. Es imposible pasar un elefante por aduanas sin que sea detectado y mucho más si se trata de un animal en peligro de extinción", asegura Alfredo Pérez.
También en el negocio de la taxidermia existe un mercado sumergido, que trata de evadir los controles. "Somos pocos los que estamos dado de alta legalmente, y hay muchos que hacen trabajos a espaldas de la ley, normalmente de animales cazados ilegalmente en España, pero en algún caso también de otros llegados de fuera", explica Pérez.
En la actualidad, cazar un elefante en África puede tener un coste de más de 20.000 euros y disecarlo supera con creces los 5.000 euros. "Teniendo en cuenta estas cifras me parece sobredimensionado que hayan valorado en 29 millones de euros la colección", asegura este conocido taxidermista.
Francisco Ros Casares: apasionado de la caza
El investigado por la Guardia Civil ha declarado que gran parte de los ejemplares los heredó de su padre, Francisco Ros Casares, que durante las décadas de los 60, 70 y los 80 recorrió gran parte del mundo para dar caza a estos animales.
Ros Casares es el ejemplo de empresario hecho a sí mismo. Desde un pequeño almacén, donde vendía hierro procedente del País Vasco, creó un imperio metalúrgico.
🚨 EXCLUSIVA | Ros casares, pare de l'investigat, mostrava orgullós la seua col·lecció d'animals dissecats el 1998.
— À Punt NTC (@apuntnoticies) 11 de abril de 2022
"Un bon caçador caça l'animal ja adult, quan el trofeu és important. No quan l'animal es pot reproduir encara"
⬇️ Mira el vídeo ací:https://t.co/Y88CW6ekdv pic.twitter.com/R4wQXVQWqH
Otra de sus pasiones fue el deporte. Llegó a ser presidente del Valencia C.F. en los 70 y adquirió el equipo femenino del Baloncesto Godella, que logró los éxitos más importantes a nivel nacional y europeo.
Antes de morir, en 2014, Francisco Ros Casares vio como sus negocios sufrieron una fuerte caída como consecuencia de la crisis financiera de 2008.
Ahora, la colección que acumuló durante más de tres décadas, también podría dejar de estar en manos de la familia, ya que podrían ser donados a museos de ciencia o instituciones para su exhibición.